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Brillaba con luz propia: Entrevista a María Luisa Merlo.
Texto y fotos de Paz Mediavilla
Aquella mañana de octubre, María Luisa Merlo brillaba con luz propia en el escenario del Teatro Maravillas de Madrid. La mañana era lluviosa y gris pero el encuentro con María Luisa le puso color y calor al día. Vestida con una preciosa casaca y con su mejor sonrisa, que nace con total naturalidad de su rostro y que siempre expresa ternura y lo mejor para los demás.
Era el día de su encuentro con la prensa en Madrid para presentar la función Yo, Leonor, monólogo escrito por Valentín Redín, y del que es protagonista absoluta. Todo un reto profesional que no cualquier actriz podría sacar adelante. Todo austeridad: el escenario representa una estancia de una abadía medieval, ropas austeras, austera luz y algún momento en que la música hace su aparición siempre de una manera breve y fugaz. Todo el peso de la representación, nunca mejor dicho, lo lleva esta actriz que, pese a su juventud, cumple ahora 50 años de profesión.
El texto
Escrito por Valentín Redín, es un ameno tratado histórico en el que se hace al espectador un panorama de la vida de Leonor de Aquitania. A lo largo de su vida (1122-1204) llegó a ser reina de Francia e Inglaterra. Desde una estancia en su retiro, ya anciana, en la Abadía de Fontevrault, y a través de sus recuerdos, van pasando los diferentes personajes que han habitado su vida. Mantiene con ellos un "diálogo" rememorando tiempos pasados. Fue mujer de Luis VII de Francia, tras divorciarse de éste contrajo matrimonio con Enrique II, heredero al trono de Inglaterra, formando el que se llamó Imperio Angevino. Tuvieron ocho hijos, cinco hijos y tres hijas. Su nieta (hija de Leonor), Blanca, fue esposa de Luis VIII de Francia.
Sobre el personaje y su actualidad, María Luisa ha comentado:
"Es un bombón. Tengo muchas cosas en común con ella. No la dejaron mandar en política, pero sí hizo mucho por la cultura. Era una mujer con ideas muy liberales, como la manera en que llevaba la homosexualidad de su hijo Ricardo Corazón de León".
"Aún las mujeres tenemos que pelear por llegar a los puestos. Leonor era una adelantada de su tiempo. Por entonces dijo que los motivos para acometer las famosas Cruzadas eran falsos, me recuerda a otra guerra que vivimos hace poco".
Las Provincias. Enero, 2005.
La actriz
María Luisa Merlo es hija y nieta de actores. Su padre, Ismael Merlo ocupa uno de los puestos más importantes entre la profesión del pasado siglo. También es madre de actores. En fin, su vida está marcada por los escenarios y las bambalinas desde que era una niña.
De jovencita decidió ser bailarina y de hecho debutó como tal en el Teatro de la Ópera de Verona. A su vuelta a España comenzó haciendo cine con José María Forqué y a partir de ahí el teatro, el cine y la televisión han sido su vida.
 Maria Luisa de niña con Ismael Merlo
Entrevista
En primer lugar me gustaría que me contaras qué sientes ahora con cincuenta años de profesión vividos. ¿Qué sensación tienes?
Pues tengo la sensación de tener más ilusión de la que tenía hace cincuenta años. Hace cincuenta años era como la ilusión de la niña que debuta como bailarina en Italia en un teatro de ópera y que es todo muy bonito pero, no estaba tan llevado a la profundidad y la ilusión que tengo ahora... cuando me gusta lo que hago ¿eh?. Porque el teatro cuando no te gusta lo que haces es un martirio de los más grandes que hay.
¿Y te ha tocado hacerlo alguna vez?
Sí. Trabajos alimenticios. Pero ahora ya no me lo permito porque es una de las cosas que peor me sienta a la salud. No estar de acuerdo en lo que hago, pensar que estoy estafando al público o pensar que estoy dando un mensaje con el que no estoy de acuerdo.
Yo tenía la idea equivocada de que María Luisa Merlo estaba en su casa tranquilamente, descansando... entonces me he puesto a documentarme un poco porque quería hacerte una entrevista con calma y me he encontrado con que en el último año no has parado de trabajar, te han realizado entrevistas en cada ciudad, que estás trabajando y nada menos que llevando dos obras a la vez... El Adefesio de Alberti y La Ratonera de Ágata Christie.
Sí, sí dos obras a la vez. Además afortunadamente la prensa se ocupa mucho de mí en todas las ciudades.
A mí lo que me sorprende es que hasta que no pasáis todos por Madrid o estrenáis en Madrid, parece que no hagáis nada.
Bueno, pero la gran ventaja de estas giras es que hoy en día se ha educado al público de fuera de Madrid a ver teatro.
Hay mucha afición ¿verdad?
Hay mucha afición y hay unos locales preciosos además.
A mí me parece una injusticia que pase esto. Je, je.
Sí, posiblemente lo es, pero como tantas. O sea que no nos vamos a poner a luchar ahora nosotras contra...
Habría, habría... Yo lo voy a intentar, desde luego. Te quería preguntar acerca de tu libro María Luisa Merlo: más allá del teatro, escrito por Pedro M. Víllora. Desde tu punto de vista, ¿cómo lo has vivido? ¿te sientes reflejada en la mujer que describe el libro?
Totalmente. Además yo soy muy sincera. Yo para contar tonterías y mentiras no habría escrito un libro. O sea yo no digo una sola mentira pero tampoco hago un solo juicio más que de mí misma en ese libro. O sea, yo lo que pretendí contar un poco... fue una historia no sólo mía sino de mi familia en el teatro. Soy tercera generación y luego hay una cuarta. Y eso es lo que pretendí contar.
Y ¿cómo te parece que Víllora lo refleja?
Muy bien porque incluso Pedro lo puso como yo hablo. Es muy gracioso que hay momentos en que estoy hablando yo porque lo escribió —puede que incorrectamente para leerlo— pero muy como yo hablo.
Quizá la primera parte en la que se cuenta la historia de tus orígenes, tus padres, tus abuelos, mete él más de su cosecha...
No creas, no, no. Yo creo que ha sido muy fiel a un año de trabajo. Le salieron mil y pico de páginas que tuvo que reducir. Ahí hizo un trabajo espléndido él.
También has publicado un libro de autoayuda. Dime un poco... cómo surge, para qué lo escribes...
Ese libro yo lo amo mucho porque es el otro recorrido. No es mi recorrido de vida, es mi recorrido interno y es justo el libro en el que cuento cómo aprendí a ser feliz. Mucha gente me pregunta que cómo se me ve tan feliz. No es que se me ve. Yo no actúo por la vida, es que lo soy. Pero a base de una introspección muy grande.
Mi impresión es de toda la vida, María Luisa Merlo lo que trasmite es agrado y positividad.
Soy una mujer muy cercana, afortunadamente porque me gusta la gente.
Sí, pero tener agrado con cierto tipo de gente..., me pregunto ¿cómo lo haces? ¿algún consejo?
En el libro te lo puedes encontrar el consejo, sí. ¡Je, je.!
¿Cómo llegaste a la meditación y...?
Hace mucho tiempo. Llegué a través de unos cursos de crecimiento personal y ahí pude darme cuenta de que necesitaba mucha ayuda. Porque no me daba cuenta. El que necesita ayuda porque está mal no se da cuenta, se dedica a echarle la culpa a su entorno y a los demás de lo que le pasa. Y el darme las riendas de mi vida fue ahí en un seminario que se llama "Sight inside", que es mirar adentro. Y a partir de ahí continué por el mismo camino ya siempre. Incluso hoy en día, yo facilito seminarios de crecimiento personal, de espiritualidad práctica. Le llamamos espiritualidad práctica porque es la que te ayuda a relacionarte con el día a día. No es la de irte volando por la estratosfera, no. Es la del día a día. La de estar a gusto con tus compañeros, la de estar a gusto cuando sales a la calle, esa es la espiritualidad que yo me trabajo.
Respecto a la profesión ¿cómo te planteas los personajes? ¿Te pones en manos del director al cien por cien o vas aportando?
Me gusta que los directores me ayuden a psicoanalizar al personaje. Lo hago mucho. Me gusta mucho saber qué le pasa por dentro. O sea, los personajes se pueden hacer simplemente o se puede uno preguntar qué les ha pasado en esta vida. O qué les pasa. Todos los personajes, además. Hasta los de comedia, te puedes montar una historia con ellos, de cuál ha sido su vida, etc. y eso te deja una memoria sensorial que luego sale en el escenario. Ese trabajo previo a mí me gusta mucho y cuando encuentro un director que no está de acuerdo en que se haga, lo hago yo sola, pero lo hago siempre.
O sea que...
Hay otra cosa que es el auto-análisis. Eso me gustaría a veces pararlo un poco. Es saber en cada momento lo que estoy haciendo y de pronto yo misma me digo: esto no te ha salido bien.
Imagino que el director a esta alturas te respetará muchísimo ¿no?
A estas alturas me respetan, me quieren, pero porque también ven que yo cuando ellos me dicen algo voy de cabeza. Soy muy abierta a las sugerencias. Lo que no me gusta es que tengan mal genio los directores. Eso no lo soporto ni en los directores, ni en el taxista que me lleva, ni en nadie. Mal genio, no, porque me pone de muy mal humor. No he consentido nunca que me trataran mal pero sí soy muy abierta a lo que me dicen y muy disciplinada. Totalmente disciplinada.
¿Hay algún personaje que todavía tienes pendiente que te gustaría hacer o algún registro que no has tocado y que te apetecería...?
Ya no. Ya no tengo manías. Lo que quiero es divertirme en el escenario y como creo que puedo hacer exactamente igual un drama que una comedia, pues todo aquello que me divierta.
¿Y algo que no harías bajo ningún concepto?
Pues algo que mandase algún mensaje con el que no estuviera de acuerdo. Porque al fin y al cabo, los actores somos vehículos de ideas.
Y ¿por qué Leonor? ¿Cómo llega ahora un personaje del siglo XII? ¿Por qué te interesa?.
Está muy de moda Leonor, pero es que a mí me interesó siempre, yo leía muchas biografías de ella siempre. Es un personaje que siempre me interesó y que llegó por casualidad a mis manos. En el momento en que además lo acababa de decir. Me preguntaron en televisión esto que me has preguntado. Hablé de Leonor de Aquitania y casualmente acababa de terminar la función Valentín Redin, me la ofreció y aquí estoy.
Dinos qué nos va a transmitir Leonor.
Leonor va a transmitir muchas cosas. Va a transmitir sobre todo el aplastamiento de la mujer en una época no sólo por los maridos, sino por los hijos, por la jerarquía eclesiástica... ¿Has visto algún cuadro de una mujer en algún museo anterior al siglo pasado, por ejemplo? Aplastadas hasta como artistas, como todo. Hasta el teatro de Shakespeare lo hacían hombres. O sea, esto es lo que ella transmite totalmente. El feminismo ese que la costó mucho trabajo, además. Transmite también una idea política sobre que las Cruzadas fueron una mentira como todas las guerras. Sobre que había muchos intereses económicos y de poder en las Cruzadas y también estoy de acuerdo en que todas las guerras son una mentira y siempre mueren los mismos además. Los inocentes.
Muchas gracias María Luisa.
COLOFÓN
Para terminar estas pinceladas sobre la actriz y la persona que es María Luisa Merlo, me parece oportuno reproducir una parte del prólogo de su libro escrito por su hijo Luis Merlo y que me parece el mejor dibujo que se puede hacer sobre ella:
"Hay dos cualidades en María Luisa Merlo que admiro: su sentido del humor y su capacidad de sorpresa.
...
Yo pienso que esa capacidad de sorpresa sólo se conserva cuando uno es capaz de seguir mirando hacia delante. Los niños la poseen porque es hacia allí donde siempre miran. Y ella, María Luisa Merlo, es enemiga de entretenerse en lo que fue y no en lo que va a ser. No suele hablar de su pasado ni para ensalzar sus éxitos, ni para justificar sus fracasos. Por eso, esto de querer publicar sus memorias me ha sorprendido. Sí, de nuevo me ha vuelto a sorprender. No es propio de ella asomarse a tantos años de carrera, de vida, de recuerdos y de personas que ya no están con nosotros. Ni que decir tiene que este libro es para mí un regalo. Poder conservar en papel impreso las anécdotas que llevo escuchando desde niño es algo que me hace mucha ilusión. Y como a ella le gusta que, de una manera u otra, yo participe en todos sus proyectos, me ha pedido que le escribiera el prólogo de este libro dándome hora y cuarto... hora y media de plazo para hacerlo. Yo no puedo escribir ningún prólogo con estas prisas. Yo no puedo escribir ningún prólogo sobre alguien a quien tengo tan cerca y sobre quien conservo tan poca objetividad. Yo lo único que puedo hacer es darte las gracias, María Luisa Merlo. Gracias por tu humor, por tu amor, por tu verdad, por esos ojos de niña que se siguen sorprendiendo ante el mundo y por ese apellido maravilloso que me has regalado. Espero que el año que viene, cuando decidas remodelar tú sola la catedral de Santiago de Compostela, me des tiempo para comprarme un casco".
Te quiere
Tu hijo
LUIS MERLO
Prólogo al libro María Luisa Merlo: más allá del teatro.
Temas de hoy. Biografías. Madrid, 2003. pp. 12-13.
Texto y fotos, Copyright © 2006 Paz Mediavilla.
Todos los derechos reservados.
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