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Músicos metidos a escritores
por Carlos González
El mundo de la música rock y el mundo de la literatura siguen caminos paralelos que en ciertos puntos llegan a cruzarse. A menudo no sólo uno influye al otro, sino que llega a producirse un trasvase de creadores entre ambos. Cada vez es más habitual toparse con músicos a los que les surge la vocación de literatos, y no solo para alimentar las estanterías de las librerías destinadas al género de las biografías de figuras ilustres.
Rock y literatura no comparten el aura de solemnidad ni el reconocimiento institucional, pero están regidas por reglas comunes; a pesar de que en la segunda el ritmo se refiera al desarrollo narrativo y la melodía se construya por la sonoridad de las palabras. Ambos son instrumentos validos para contar historias y tratar los mismos temas; eso si, en las canciones con el apoyo de un baúl de sonidos para pasar de lo evocador de las palabras a algo más físico, que entra por los oídos y se puede sentir en la piel con el volumen suficiente.
POEMAS HECHOS CANCIÓN Y PREMIOS NOBEL
En muchos casos hay artistas cuyas canciones suelen ser analizadas desde la perspectiva de la literatura y que por la entrega y lo bien acabadas de sus letras han adquirido la consideración de literatos. Basta pensar en gente como Patti Smith, a la que siempre acompaña el apelativo de poetisa del rock, o en Lou Reed, licenciado en letras por la Universidad de Siracusa y que en el año 2003 publicó un disco conceptual titulado The Raven, dedicado íntegramente a la obra del mismo nombre de Edgar Allan Poe.
Pero los dos casos más sobresalientes son los de Nick Cave y Bob Dylan. El primero llegó a dar una conferencia en la Academia de Poesía de Viena titulada "La Vida secreta de una canción de amor". Mientras, Dylan fue candidato al Premio Nóbel de literatura en 1996. Precisamente Nick Cave es un ejemplo de artista que navegaba en dos mares, pero que las circunstancias lo llevaron a centrarse en la música. El australiano llenó el vació y la depresión en la que se sumió tras la muerte de su padre con la escritura, no solo de canciones. Sus habilidades como novelista fueron reconocidas por la revista Time Out, que en 1989 eligió su obra Y el Asno Vio al Ángel (Pretextos, 1991), prevista su reedición en castellano para este año, como la mejor novela del año. Otro con una destacable actividad literaria es el cantautor norteamericano Steve Earle, que ha escrito una obra de teatro y una colección de relatos que acaba de ser editada en castellano, Rosas de Redención (Gamuza Azul, 2005). Luego algunas de esas historias han acabado convertidas en canción.
AUTOBIOGRAFÍAS DE MENTIRA
En España, quitando a los músicos que se convierten en personajes públicos tanto o más por su imagen o por su personalidad -dígase Alaska o especimenes del tipo de César Strawberry o Julián Hernández- que por su música, este viaje interdisciplinar suele tener muy presente el elemento autobiográfico. Jose María Sanz, Loquillo, construyó su primera novela, El Chico de la Bomba (Belacqva, 2002), a partir de recuerdos de su infancia en la Barcelona de los años 60 y 70. El libro, una muestra del genio de Loquillo, que arremete contra todo el mundo, fue recibido con muy buenas críticas. También el compositor Asturiano y ex miembro de Manta Ray, Nacho Vegas, en Política de hechos consumados (Palmart, 2004) introduce mucho de sus vivencias personales. Lo mismo que dice de sus canciones -"para mi son miradas personales al mundo y a uno mismo"- se puede aplicar a sus escritos. El libro, que reúne poemas, relatos breves y monólogos, destaca por su crudeza y complementa el universo narrativo que aparece en sus canciones: familias desestructuradas, drogas, etc.
Probablemente la excepción sea un letrista sesudo y personal como Javier Corcobado, que después de escribir varios poemarios y relatos breves en revistas, se ha atrevido con su primera novela, El amor no está en el tiempo (Tropismos, 2005); no del todo mal recibida por la crítica. El mundo de la literatura es un reto tan tentador para un músico como editar un doble álbum o elaborar un disco conceptual. Por ello la lista de músicos que se apuntan al trabajo multidisciplinar no para de aumentar. Los últimos: Billy Corgan (Ex Smashing Pumpkins y ex Zwan) o Jeff Tweedy (de Wilco).
Texto, Copyright © 2005 Carlos González.
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