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Los 1001 nerdemas (antología). Nerdema número 100
por Furios Garzita
Presentamos en esta entrega el nerdema número 100, que consiste en la infinita y amena correspondencia entre el célebre Matías Puerto, actor y diletante, que será recordado por sus ambiguas relaciones con Penélope Truth, y su agente Liz de la Gándara. Como corresponde, las misivas son rigurosamente unidireccionales; no se tiene constancia de que el señor Puerto supiera escribir, aunque se lo supone un gran lector y malabarista verbal. Por motivos que pronto serán obvios, llamaremos Moteles a este conjunto de cartas que Puerto fue recibiendo y que no se comprende por qué guardó.
MOTEL 1
HOLA. He de irme, de momento; me espera Dos Orillas en el Oasis del Olmo. A pesar de la paliza que te acaban de dar en comisaría, supongo que recuerdas bien a Dos Orillas:
aquella aborigen marciana con aspiraciones monárquicas que asaltó valientemente la
sede de la brigada de escaladores tullidos. La amaste con ternura durante un minuto
o ninguno, aunque semejante apasionamiento se vio truncado por el inevitable
recuerdo de Truth. Y el motel Oasis, donde pasasteis parte de la noche... Fue fastuosa
tu declaración de amor a Dos Orillas en la puerta trasera del Oasis. Le dijiste, según
ella: Oh, miro la luna reflejada en tus ojos, y yo, Jean-Paul, sentado como estoy sobre
la caseta del gas, siento una nube de avispas devorarme el bazo. Te estabas haciendo
pasar por Sartre para esquivar el recuerdo de Truth, pensando ingenuamente que el
existencialismo o el sarcasmo serían la solución. No funcionó, por supuesto.
En fin, Dos Orillas empezó a vomitar rocas nerdes y tuviste que huir, una vez más. Te
refugiaste bajo el olmo putrefacto de la carretera (el Olmo, perdón), intentando
hacerte pasar por un alce. Pero en Quintanar de la Orden no se reproduce el alce (sólo
el lirón careto, aunque esa es otra historia), y te llevaron preso por comerte un liquen
del Ayuntamiento.
Así que ahora tengo que reunirme con Dos Orillas para intentar reconducir a afasia su
locura. Sigue escupiendo rocas nerdes para así casarse con Patato, nuestro rey. Es
algo intolerable.
Y debo también ir a indemnizar al Oasis por el derrumbamiento de la fachada sur. Al
principio, el daño que causaron las piedras nerdes no fue muy grave, pero el
estruendo alertó a la brigada de escaladores tullidos, que se aprestaron a trepar por
aquél muro a modo de protesta. Ese muro tan fino no pudo soportar el peso de
seiscientos cuarenta y nueve escaladores desmembrados, y cayó.
En aquél momento apareció Truth, dando alaridos y graznando tu nombre envuelta en
una bandera con la foto del Ché, y ordenó a la brigada destruir la caseta del gas
-testigo de tu infidelidad frustrada- con sus piolets.
El caos fue tremendo cuando estallaron las tuberías. El Oasis quedó destruido por la
explosión, y todos los supervivientes (tres) te culparon a ti. Todos menos Truth, que
queriendo salvar tu vida -querían lapidarte, y ella aún te ama- empezó a cantar la
linda tonada "Ku-Klux-Klan" (fox-shimmy, de Keppler-Lais) y se disipó el peligro.
Tú ya estabas preso entonces, en cualquier caso.
En fin, debo irme, me esperan mis nuevos clientes. En otra ocasión te contaré lo que
ocurrió con el olmo putrefacto. Es una historia de dimensiones épicas, algo magnífico.
Por cierto, olvidaba comentarte que el comisario que te detuvo -qué cosas- parecía un
Zaldívar. Por lo que respecta a Truth, considero que deberíais arreglar vuestros
asuntos. Pronto tenéis que empezar a rodar juntos "Psychokiller Liendres" y sería conveniente que no hubiera nuevos altercados. En el equipo de
producción estamos bastante preocupados. Nadie nos quiere hacer un seguro, y sin
seguro no haremos la película. Tú verás.
Te he dejado algo de dinero y un bocadillo de chopped "Mofeta Cool" extra, para
cuando te suelten.
Grúas,
Liz
MOTEL 2
Supongo que recordarás aquél motel terrorífico en el que compartimos
vacaciones en Uzbekistán, pueblo montañés en la provincia de Zamora. "Noches
Turcas", se llamaba. Yo guardo un recuerdo memorable de aquellos días, en los que
todavía ofrecían garbanzos a buen precio en la consulta del podólogo. Sin embargo,
me pregunto qué fue de aquella extraña mujer que tanto te fascinaba, Trusilda
Thaliban, la novia de Pepe "El Pelusas" -entre otros. Dicen que, tras protagonizar once
películas dirigidas por El Pelusas, ha llegado a convertirse en una afamada actriz. Qué
curioso, yo jamás creí que El Pelusas realmente fuera un director de películas
pornográficas, fundamentalmente debido a su ceguera. Por otra parte, ella lo trataba
fatal, atacándolo con un orinal en el saloncito Viena del motel, siempre a la hora del
té (intolerable falta de cortesía para con los demás inquilinos, qué duda cabe). Lo que
nunca comprendí fue qué hacían allí los castellets de Badalona. En fin, fueron unas
vacaciones muy interesantes.
MOTEL 3
....y cayó una lluvia torrencial en medio del desierto, mientras se rodaba la escena
cumbre de la serie, el desenlace, el final secreto, ese momento culminante que nunca
llegasteis a conocer por orden expresa de Calostros, el productor moldavo. Y tenía que
llover. No quedaba más película. No quedaba tiempo. No quedaba dinero. No podía
llover, y sin embargo llovía.
El rodaje se canceló y todos os refugiasteis muy nerviosos en unas bonitas tiendas de
campaña marca "Toy". El director se desmayó. La jefa de producción se autoinmoló
con un alacrán, emulando a Cleopatra. Por su parte, Truth sufrió un agudísimo ataque
de alopecia, y comenzó a graznar enloquecida: os cantó durante seis horas seguidas
"Piel", esa memorable canción de Sergio y Estíbaliz, disfrazada de inmaculada
concepción. Mientras tanto, tú escribiste un poema. Cien días después, en los que Truth no dejó ni un instante de conmoveros con sus lindas melodías y sus incendiarios discursos anarquistas, llegó la furgoneta de la tienda de ultramarinos del pueblo de al lado a recogeros. Al parecer todo había sido un montaje de Calostros, insigne inventor del martillo pilón. Todo un montaje: el diluvio, el alacrán, todo, para lograr ese final secreto lleno de frescura interpretativa, sincero, novedoso, feliz. Con cámaras ocultas.
La cadena censuró a mi pesar las imágenes en que se veía a Truth empalando a Oz El
Ote, actor secundario, con la silla estilo imperio del director, y aquellas en que tú
estabas tan gracioso huyendo de un tuareg sodomita con acento gallego.
Lo único que recuerdo con absoluta nitidez fue tu magnífica sonrisa al llegar por fin a
"El Panal de Rica Miel", ese motel de carretera en que tantas aventuras habías vivido
con Truth antes de intentar cortarte (ella) los dedos de los pies con el cutter del
gerente enano por culpa de los macarrones con salsa de bote, qué tiempos aquellos...
MOTEL 4
Y Esp, derrotado se convirtió en director de culto de cine de culto. Años después os reunió a Truth y a ti en la magnífica "Pulpos o Nada".
Era la primera vez que trabajabais juntos, y no fue fácil. Primero, porque ella te
odiaba. Segundo, porque la Srta. Náusea -tu novia entonces- la odiaba a ella e
insistía tenaz en pegarle patadas en los dientes, con lo que era difícil rodar: la cara de
Truth cambiaba cada día. (Me dejé una pasta en dentistas, y ella la honra). Tercero,
porque Esp te amaba a ti. Cuarto, porque tú amabas a Truth, pero no lo sabías aún y
te volviste loco seis días. Quinto, porque la asociación de peleteros estaba en
huelga. Sexto, Séptimo y Octavo, los hermanos Peláez, intentaban minar la moral de
Esp cantándole tonadas populares sin cesar (jotas, fundamentalmente, aunque
también isas y martinetes, tan molestos). En esas condiciones fue imposible terminar
la película, claro, pero al final todo salió bien: te apuntaste con Truth a un concurso
de bailes de salón y tuvieron que ingresaros a ambos por fracturas múltiples en la
cadera, con el consiguiente ahorro en publicidad para la película. Esp, despechado, se
encerró en una casa de citas con la Srta. Náusea y los Peláez.
En todo caso, "Pulpos o Nada" fue un tremendo éxito comercial en Yemen y un
brillante inicio para tu carrera.
MOTEL 5
Zarpas,
Hemos recibido noticias de Kaspar O´Tumble. Parece que, finalmente, se han decidido
por ti para el papel protagonista de su nueva película.. El acuerdo que proponen no
está del todo mal, aunque no sé si Truth estará por la labor de volver a trabajar con
Kaspar. Acuérdate de cómo se puso con él durante el rodaje de "Afasia Global"... ¿Te
acuerdas? Cielo santo, fue algo espantoso. Era el día de San Pascual Bailón.
Estábamos en el motel "Sur y Sol", a las afueras de Pola de Siero, cuando llegó la
CHASPA para alojarse allí durante una semana y organizar seminarios y qué sé yo
cuántas cosas más. Sí, los del folleto: la Convención de Hipnotizadores, Sacristanes y
Parapsicólogos Astures.
A Kaspar se le ocurrió una de sus brillantes ideas: hipnotizar a Truth para acabar con
su nueva obsesión por los canelones, que nos traía de cabeza a ti, a mi y a todo el
equipo.
Ella se mostró encantada ante la idea de tener una convención de hipnotizadores para
ella sola, así que se puso (solo) el sombrero de piñas que le habías regalado y marchó
con Kaspar para hacer una entrada apoteósica e inmediata en la sala. Tú decidiste
huir, jurando indignado que jamás le perdonarías semejante humillación (esta vez
tardaste sólo un mes en volver. Le regalaste un descompresor industrial Krüenger
para hacerte perdonar. Y no digas que lo has olvidado.)
El caso es que tú ya te habías ido, y, a pesar de mis protestas, Truth se dispuso a
entrar en la Sala Magnum II seguida de Kaspar (que había comprendido que su idea
traería muchos problemas y cada vez estaba más borracho). Desafortunadamente, en
aquel preciso momento la Dra. Frus Lerías (sí, la de la habitación 317) estaba
haciendo una demostración a los presentes de su nuevo método de hipnosis regresiva
"Sifón-Escote" y pidió silencio y respeto. A Truth.
Presa de un ataque de ira, Truth trepó a la mesa de los ponentes y empezó a cantar
"Piel", de Sergio y Estíbaliz, de manera desgarrada. Se iban a enterar de quién era
ella. Fue tal el impacto que la Dra. Lerías y un sacristán famoso por su facilidad para
el avistamiento de ovnis, de la mano, empezaron a hacer los coros. En cuestión de
segundos, la CHASPA al completo bailaba frenética al ritmo de "Piel". Pronto se
unieron el dueño del motel y su señora, el equipo de la película y un grupo de turistas
iraníes que habían perdido a su guía. El caso es que hubo que parar el rodaje porque,
dos días después, Truth insistía en continuar cantando desnuda con la CHASPA.
Kaspar, desesperado, la amenazó con el despido, a ver si así se arreglaban las cosas.
En qué hora.
En fin, los médicos no entendían cómo Kaspar pudo perder un ojo en la refriega, pero
el recepcionista del motel afirma, aún hoy, haber visto a Truth blandiendo una
cuchara de café. Cualquiera sabe. Yo creo que Zarajos Zaldívar tuvo algo que ver...
De todos modos te envío el guión de "Hormigas y Guadañas". Dime qué te
parece.
Liz de la Gándara
Texto, Copyright © 2003 Furios Garzita
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