El Mundo Del Colorín Y Víctor Sandoval.
por Paz Mediavilla
En los últimos años la llamada prensa del corazón o prensa rosa ha
dejado de ser exclusivamente escrita y ha inundado todos los medios de comunicación en España.
Especialmente las cadenas de televisión. Este fenómeno se viene sucediendo en todos los países
occidentales antes o después, al parecer irremediablemente. De repente te das cuenta de que cuando
antes podías ver alguna "peliculilla" o llegar a tiempo de escuchar a alguien que había escrito un
libro o dirigido una película (o alguna cosa así), pues, ahora INVARIABLEMENTE lo que te ofrece la
televisión son programas en los que se habla y debate sobre la vida afectiva de "famosos" (véase:
artistas o personajes que se hacen conocidos gracias a la misma televisión por diferentes
circunstancias).
La prensa escrita diaria -que no hace mucho hacía gala de distinguirse de la prensa rosa-
también tiene sus secciones amplias sobre el tema y, por supuesto, la variedad de "colorines"
o "revistas rosa" no es nada desdeñable.
También hay que decir que los temas que aparecen en los diferentes medios tanto escritos
como audiovisuales son los mismos, con lo cual el espectador puede oír y leer la misma noticia
una y otra vez en el mismo día.
Aunque bien es verdad que desde que el mundo es mundo a los seres humanos les ha gustado
saber y comentar la vida de los demás, todos estos dimes y diretes, que aparentemente pueden pasar
por un juego pueril, conllevan el movimiento de fuertes cantidades de dinero, en algunas ocasiones,
y diferentes querellas y denuncias en los juzgados.
Un programa pionero en este hacer y que conserva ese componente de juego infantil sin llegar a
las perversiones posteriores sobre el tema, es Mamma mia y al frente del mismo siempre ha
estado el personaje que nos ocupa en esta entrevista: Víctor Sandoval.
Víctor habla a muchísimas revoluciones por minuto, tal y como aparece en pantalla, es vehemente,
tal y como aparece en pantalla y tengo la sensación de que es honesto, tal y como también se percibe
en pantalla.
Le relacionamos exclusivamente con los llamados temas "del corazón", pero como él mismo dice lo
importante en el medio periodístico es ser capaz de dar distintos registros y él es capaz de darlos.
Yo no veo a Pepe Navarro haciendo Mamma mía y yo, sin embargo, sí me veo haciendo un
programa como Pepe Navarro.
Es hiperactivo, por eso optó por trabajar en cuanto tuvo la oportunidad, antes incluso de
terminar sus estudios de periodismo en una universidad estatal.
A mí la masificación no me gusta. Y yo eso de ver gente que no vale y que están desempeñando
funciones o estudiando cosas que no les gustan, me parecía lamentable. Entonces decidí acabar la
carrera en una universidad privada y sólo me quedan dos años.
La terminará porque no quiere que
la titulación le limite el campo de trabajo y los entes públicos exigen periodistas con
titulación universitaria.
Empezó, consecuentemente, trabajando en una cadena privada: Antena 3 Televisión. En un magazine de
tarde que se llamaba Sabor a ti y que lo presentaba Ana Rosa Quintana (todavía se sigue emitiendo).
Estuvo allí un año y le ofrecieron hacer un programa en Telemadrid, Mamma mía, junto a Francine
Gálvez que aceptó y con el que continúa. Por el programa han pasado tres presentadoras e incluso un programa
similar, Macumba te ve, que volvió a dar paso a Mamma mía. Acto seguido le surgió una
colaboración en radio, en la cadena COPE, con Luis Herrero por las mañanas y después con Abellán por la
tarde, como comentarista de sociedad. En su opinión, su primer contrato le viene dado por sus contactos
personales.
Yo había tenido dos locales en Madrid, había sido el primer relaciones públicas de la discoteca
Pachá y yo había conocido a muchísimos famosos. Entonces, por la cercanía de famosos, "por agenda" es
por lo que se me contrata. Lo que sucede es que les hace mucha gracia cómo cuento las cosas y me ponen
a hacer vídeos.
Continúa su trabajo en Antena 3 como redactor y corresponsal para cubrir eventos
importantes "de otra manera". Está en Londres, en los funerales de Lady Di, en Cuba, en Italia.
Ver a Víctor en pantalla es recibir una corriente de aire fresco que nos da en la cara y nos
hace mirar porque lo hace de una manera diferente.
...si yo estoy en una discoteca y para que tú me mires empiezo a moverme, ¿por qué no lo voy a hacer
en televisión?.
Entre sus inquietudes está el teatro e inició su formación junto a Cristina Rota. Para no variar
con sus costumbres abandonó antes de terminar porque le parecía más coherente trabajar.
Si la vocación va por dentro y tú sabes para lo que vales, lo que tienes que hacer es desarrollarlo
y la única manera de desarrollarlo es trabajando.
Tampoco la música ha escapado a su inquietud por hacer cosas creativas en la vida y ha grabado
un disco. Se llama Frío control y está producido por el grupo Fangoria.
Yo estuve siete años compartiendo con ellos... mi vida y en ese momento tenía más cerca la música
que hacer una película, por ejemplo. Si tenía medios para grabar un disco ¿por qué no lo iba a grabar?.
En el último disco de Tamara hay una canción, Hablando por hablar, que ha escrito y que canta
a dúo con ella.
Si me dicen que por qué canto con Tamara, pues porque nadie me ha propuesto hacer un dúo nada más
que Tamara. Si me lo llega a proponer Montserrat Caballé, pues seguro que lo hago también... Yo nunca
le digo que no a nada.
Y es cierto. Ahora está colaborando como actor en el serial que emite por las tardes Tele 5,
La verdad de laura, con el personaje de Raúl. Pero me confiesa que ha tenido que dejarlo
porque está agotado. Lleva trabajando sin parar los últimos cinco años y tiene que tomárselo con
un poco más de calma.
A la vez que en su programa en Telemadrid, Mamma mía, trabaja en la cadena Tele 5, junto
a María Teresa Campos (Día a día), como contertulio.
Mamma mía es un trabajo más actoral. Aquí me despeino, si se me sale el michelín, se me sale,
si se me rompe la lycra se me rompe, y si me caigo, me he caído. Aquél es un trabajo más informativo
periodístico. En Día a día, como verás, no soy tan gestual, aunque a veces tengo que serlo....
Cuando le digo que normalmente también es muy gestual en Tele 5, me explica por qué de una forma
también muy gestual.
Porque me sale, porque soy así, porque es genético y no puedo evitarlo.
Con María Teresa empecé haciendo el Instante victorioso, en el que aparecía yo hablando
de mis "freakys", de mis Tamaras, mis Nurias Bermúdez, gente que a mí me encanta porque son los
que no han hecho nada en la vida y están ahí, que me parece un mérito tremendo...esa gente me
llama poderosamente la atención porque cuando yo era niño no existían, la gente que salía en
las revistas había hecho algo en la vida, había trabajado, había escrito un libro, había hecho
cine... y ahora no, ahora es porque se acuesta con... o ha tenido un hijo con... El sexo está
aceptado. Antes eran putas y ahora son fenómenos mediáticos. Entonces, se vio que con mi Instante
victorioso se disparaban los índices de audiencia y se produjo mi incorporación a la
redacción del programa.
En Mamma mía su trabajo es actoral cien por cien y también cien por cien improvisación.
Junto a su compañera actual en el programa, Patricia, montan varios sketches cada día sin guión
previo y sin ensayos. Los índices de audiencia son del 25 por ciento y el año pasado fueron
nominados al mejor programa por la Academia de la Televisión.
Que los propios compañeros te nominen como el mejor programa autonómico es muy fuerte.
El mundo "del corazón" no siempre es tan amable como parece o como debería serlo, ya que
stá concebido como un entretenimiento sin mayores pretensiones. En ocasiones se vuelve un arma
realmente peligrosa y que levanta muchos dolores de cabeza y demás efectos perniciosos para la salud.
Es el caso que Víctor ha vivido recientemente y que me narra verdaderamente afectado:
Carlos Ferrando -otro cronista "del corazón"- ME INSULTÓ en su programa de Canal 7, Corazón
del Milenio y yo como contestación fui y le puse una querella criminal por injurias. Me da
igual que sea Carlos Ferrando como si es María Teresa Campos, como si es Terelu o como si es
Ana Rosa Quintana. A mí no me insulta nadie porque yo no insulto a nadie. Yo me puedo pitorrear
pero con mucha elegancia, pero yo INSULTAR, ¡qué me den un vídeo en donde yo he insultado a alguien!.
Le pido cien millones de pesetas y las quiero donar a la Fundación Antisida de España,
puesto que me había acusado, entre otras cosas, de una enfermedad que no tengo pero que hay gente
que la tiene y esto les puede ayudar, y también a Apoyo Positivo. Yo no quiero dinero de ese dinero
sucio. No lo quiero para nada. Me hace falta dinero, como a todo el mundo, pero dinero sucio: no. Gracias".
Todo esto le afectó mucho por el daño que pudo hacer a su familia y amigos cercanos.
Me aclara que las cadenas de televisión tienen sus propios asesores legales y saben qué pueden
decir y qué no pueden.
Yo nunca comento algo que no sé a ciencia cierta que es verdad. Si yo te digo algo es
porque lo sé cien por cien que es cierto, si no, no lo digo.
Al hacer sus crónicas se percibe una moralidad de fondo que es coherente y sin dobleces.
Es que hay cosas... yo puedo ser como sea, pero tengo una educación y hay cosas que no me
parecen bien. Me pueden hacer gracia, no me pueden hacer gracia, pero no me parecen bien. No me
parece bien, por ejemplo, la actitud de Carmina Ordóñez por respeto a sus hijos y a su nieta. No
sé, yo tengo madre y no me gustaría ver a mi madre así. Yo, como hijo, sé cómo a mi madre no le
gustaría verme a mí y yo no me voy a mostrar así.
La función que cumplen los programas "del corazón", según Víctor, es
informar a la gente de lo que quiere saber, que son los personajes que les entretienen.
Yo creo que es más divertido ver a esta nueva hornada de famosos, que es gente que por no hacer
nada se pueden hacer famosos. Es un poco como el Reina por un día, aquel programa de hace
muchísimos años, y a mí me hace mucha gracia eso.
Tamara, por ejemplo, es un producto nuestro. Tamara salió de Mamma mía. A Tamara
la conocimos el director de este programa y yo, después de recoger un premio, llorando en la puerta
de una discoteca. Entonces dijimos: esta señora ¿quién es?. De ahí salió Tamara, de una manera
casual. Montamos un video cantando con un señor el "no cambie, no cambie, no cambie..." y a la gente
le hizo TAAAANTA gracia, que nos llamaban que teníamos que repetirlo todos los días y empezamos
a cantar el "No caaaambie, no caaambie...". Lo empezamos a cantar pero de broma...y al
final, se convirtió en un fenómeno mediático. Pero porque la gente lo pide, como pidió Mamma mía.
Imposible pensar en este hombre inactivo.
Mis planes profesionales son presentar un programa así en una cadena nacional. Mi futuro
más inmediato es abandonar las autonómicas. Supongo que es el momento, después de cuatro años,
de saltar y será muy pronto. Todavía no te puedo decir qué cadena es pero estamos ultimando un
acuerdo y finalizando mi contrato con Telemadrid que me tiene atado hasta el 30 de junio.
Esto es un "mercao", somos como la fruta. Hoy estamos aquí, mañana estamos en nuestra
casa podridos o estamos como una golden con mucho brillo.
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Texto y fotografías Copyright © 2002 Paz Mediavilla.
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