
 |
Nortec: Sacar un sampler y a rolar por
Claudia Ortiz
La ciudad fronteriza de Tijuana
tiene mil caras. Para los mexicanos es la última parada de un arriesgado viaje hacia el
primer mundo en búsqueda del "sueño americano". Para cientos de adolescentes
estadounidenses, es el lugar más cercano para poder consumir bebidas alcohólicas y
drogas sin tener que mostrar un carnet de identidad, ya que la mayoría de edad en México
es de 18 años, mientras que en Estados Unidos es de 21. Para los que han nacido y crecido
ahí, es un lugar donde la cultura no es ni mexicana ni americana, donde la pobreza
extrema se encuentra cara a cara diariamente con la riqueza excesiva.
En Tijuana la clase media mexicana tiene acceso a más propuestas
musicales que el resto del país, suelen acudir a conciertos de grupos tanto americanos
como europeos los fines de semana a ciudades como San Diego, San Francisco y Los Angeles,
conciertos de grupos que ni siquiera consideran la posibilidad de tocar en el D.F., o en
cualquier otra gran ciudad el país. Esto se debe a que no existe una distribución seria
de la música de los sellos independientes en México, que deciden de manera prudente no
presentarse en lugares donde la promoción es prácticamente inexistente. Las grandes
discográficas y distribuidoras no se toman la molestia de editar o distribuir esta
música porque la música que más dinero da es la música ranchera, la cumbia, la salsa y
la música norteña. Curiosamente y casi sin querer, el colectivo Nortec ha fusionado el
sonido tradicional de la música norteña y la música de la escena electrónica americana
y europea más actual. Sonidos que van desde el house al techno pasando por el breakbeat y
el drum 'n'bass, que surgen de las bases rítmicas características de la música norteña
y la tambora, una música tradicional de la parte norte del país que utiliza instrumentos
como la tuba, la tarola, y el clarinete.



Durante la última edición del Sónar, el Festival Internacional de
Música Avanzada y Arte Multimedia de Barcelona, tuvimos la oportunidad de charlar con
Roberto Mendoza, mejor conocido como Panóptica, quien ha sido parte esencial en el nacimiento del sonido
"Nortec" y que ha estado más de una década marcando la pauta de la música
electrónica mexicana, primero con el grupo Artefakto y más tarde con Fussible.
CLAUDIA ORTIZ - ¿Quién tuvo la idea de la fusión de
la música norteña y la electrónica?
ROBERTO MENDOZA - Nadie dijó "yo quiero", lo
que si te puedo decir es que todo empezó en Fussible, dejamos de ser Artefakto porque ya
no nos sentíamos a gusto con el estilo que estabamos manejando. Con Fussible empezamos a
experimentar con el breakbeat y todos esos rollos, pero de repente nos dimos cuenta que
tampoco nos gustaba, como que no nos encontrábamos. Entonces, Pepe Mogt (la otra mitad de
Fussible) y yo empezamos a buscar algo nuevo que pudiéramos incorporar a lo que
estábamos haciendo, aunque es obvio que ya todo está hecho. Estuvimos casi un año sin
hacer nada, pensando, supuestamente íbamos a ensayar y hacíamos cosas quince o veinte
minutos y hablábamos durante dos horas. Entonces llegamos a la conclusión de que
teníamos que hacer algo más regional, pero no en el sentido de regional estrictamente
hablando, sino latino.
CO - Más mexicano, ¿no?
RM - Al principio no era la idea, empezamos a pensar en
la cumbia, cosas así... buscábamos algo, hasta que un día Pepe llegó y dijo "ya
lo tengo". Le pregunté qué era y me dijo: "estaba en una boda, y tenía la
tambora en la oreja, y oí unos breaks perrísimos" y le dije "vamos a
verlo". Y ahí empezó todo.
CO - ¿Cuándo comenzaron a grabar?
RM - Yo todavía estaba en Fussible, y estaba empezando
a echar a andar Panóptica. Pepe me dijo "llévate el material a tu casa y a ver qué
haces"; y él se puso a trabajar las cosas. Llamamos a Ramón Amezcua (Bostich) y
comenzó a hacer otras cosas, fuimos los primeros que empezamos a generar todo, los tres
tracks que salieron de ahí fueron como la muestra para los otros grupos.
Estos tres temas pueden encontrarse en el álbum Tijuana Sessions
"aunque ya están muy puliditos" comenta Roberto, "Son "Polaris"
de Bostich, "And L" (pronunciado Andele) de Panóptica y "Ventilador"
de Fussible". La primera edición de estos tres temas fue en formato de vinilo, y de
manera totalmente independiente patrocinado por Dj Tolo, imposible conseguir ya porque
sólo se hicieron quinientas copias.
CO - ¿Los sonidos los sacaron de samplear discos de
música norteña?
RM - No, de un estudio que graba a los grupos que van a
restaurantes, que tocan en la calle. Y ellos graban ahí sus demos para que les contraten
en restaurantes. El estudio está en una zona roja de la ciudad de Tijuana y tienen mucho
material, nos conectamos por medio de Luis Elorza que es muy amigo de Pepe. Se pagó una
sesión y comenzó a sacar cosas y eso fue lo que se empezó a distribuir a todos.
CO - Al poco tiempo, ya tenían material suficiente
para un álbum.
RM - Comenzamos a tocar en lugares pequeñitos, y Pepe
dijo "no vamos a esperar a que alguien nos los saque, vamos a pagar y sacamos un
disco, como un sampler, y lo rolamos". Entonces juntamos ya el material de todos y se
sacó un sampler que se empezó a rolar.



Para la edición de este sampler, el colectivo creó el sello Mil Records. Poco a poco, el sonido
Nortec comenzó a llegar a otras partes de México, a Nueva York, a Los Ángeles y a
Londres. Fue entonces cuando Kim Buie del sello Palm Pictures -propiedad de Chris
Blackwell, fundador de Island Records-, firma un contrato de distribución con ellos y
lanza el Tijuana Sessions Vol. 1 en los Estados Unidos en febrero de este año, tras
escuchar el Nortec Sampler. Poco después, el Tijuana Sessions se edita también en
Inglaterra. El lanzamiento de este álbum supone para el colectivo una lluvia torrencial
de halagos por parte de la prensa especializada, halagos que se confirman en todas y cada
una de sus presentaciones americanas y europeas.
Durante la última edición del Festival Sónar se presentaron en el
Sónar Village, un escenario que no deja que el que se presente pase desapercibido, debido
a su ubicación.
CO - ¿Qué les pareció el recibimiento de la gente
ayer?
RM - Shhhhhhh! Poco a poco fue creciendo... Imagínate
el peso ¿no? De decir bueno, ¿quiénes son estos mexicanos? ¿Qué onda con esto? Al
principio si empezamos a estar nerviosos, pero ya estando allá arriba, era como si
estuviéramos en México. Como que te sientes en familia cuando empiezas a sentir la vibra
de la gente, y la respuesta fue más de lo que yo esperaba.
Y la respuesta fue algo que, honestamente, se ve muy pocas veces con
grupos que no son conocidos: el césped artificial del Sonár Village se pobló de gente
que bailaba entusiasmada.
CO - En México hay escasez de sellos independientes,
lugares para tocar, promotores de conciertos... ¿habéis venido porque hay mayores
oportunidades de difusión y de éxito en Europa?
RM - En México, como tú dices, no hay una
infraestructura, pero no es cuestión de que digamos "vamos a Europa a tener más
éxito" sino que las cosas se van dando poco a poco. Aquí se puede pensar que
llevamos dos años trabajando, cuando realmente tenemos quince años desde Artefakto, y
eso es una trayectoria muy larga, ya no somos tan jóvenes y más o menos conocemos el
medio. A pesar de todo, todavía tenemos el espíritu de "pan-rock" y queremos
hacer las cosas nosotros, si no hay quien haga los conciertos, nosotros los hacemos, si no
hay quien saque discos, nosotros los sacamos. La mentalidad de "hazlo tu mismo".
Por lo menos en Tijuana hemos logrado el objetivo de esa pequeña escena que está
alrededor de nosotros, pero es muy difícil todo en México. Ha sido algo muy
sorprendente. De tocar ante cincuenta personas o máximo cien, ahora cuando toca el
colectivo completo, hablamos de dos mil a cuatro mil personas. De hecho todas las
propuestas nuevas e interesantes en México se están produciendo en Tijuana, salvo
algunas excepciones.
CO - En cuanto al panorama musical en México, ¿hay
alguien que os parezca interesante?
RM - He oído hablar de Nopalbeat, o Noiselab, pero
nunca los he escuchado, se quienes son porque alguna vez hemos tenido contacto, pero
musicalmente no los conozco. Tijuana está completamente aislada de México, sólo conozco
a la gente de Parador Análogo, que según yo es la alternativa musical a todo lo que
sucede en el D.F. Me encantan Balboa y Sánchez & Ruiz, creo que es de lo mejorcito
que ha salido ahora en México.
El Colectivo Nortec ha recibido mayor cobertura mediática en el
extranjero que en su país, y al contrario de lo que pueda pensarse, esto no tiene que ver
con que ellos no quieran conceder entrevistas a los medios mexicanos, sino simple y
sencillamente porque los medios no les conocen o no les interesa. Algo que suele ser
común no sólo en la música sino en otros campos artísticos de su país. Usualmente las
propuestas más innovadoras reciben mejores críticas y mayor apoyo de fuera. Una
verdadera lástima, ya lo dice el refrán: "nadie es profeta en su tierra". Algo
que puede aplicarse perfectamente a Roberto, quien acaba de estrenar álbum en el mes de
julio con su proyecto Panóptica de la mano del sello inglés Certificate 18, y ha sido
gratamente acogido por la prensa especializada, de hecho ha sido elegido como álbum del
mes de la prestigiosa revista inglesa Sleazenation. Estad atentos que la revolución no ha
hecho más que comenzar.
 |
Texto, Copyright © 2001 Claudia Ortiz. Todos
los derechos reservados. |
|