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Alberto Jiménez: "Yo quiero ser actor de cine" por
Paz Mediavilla
Alberto Jiménez es el
protagonista adulto de El Bola, premio Goya a la Mejor Película Española de la
última edición, otorgado por la Academia Cinematográfica Española. Dirigida por Achero
Mañas, también recibió el Goya al Mejor Director Novel, Mejor Actor Novel, y Mejor
Guión.
Mis encuentros con Alberto son siempre bastante curiosos desde que nos
conocimos casualmente en la Abadía de Silos, muchos años ha de aquello. Los dos
andábamos de retiro, planteándonos nuestras sendas vidas. El se encontraba en una de sus
encrucijadas vitales, acabando sus estudios en la Real Escuela de Arte Dramático y yo...
ni me acuerdo. Como siempre, se replanteaba su futuro como actor. Afortunadamente para
nosotros, espectadores de cine y de teatro, él y sus circunstancias hacen que continúe
con una carrera que está dando muchos y buenos frutos y que a buen seguro va a continuar
proporcionándonos satisfacciones.
Su participación en El Bola está precedida por una serie de
anécdotas que nos cuenta él mismo, todavía sorprendido por la manera en que las cosas
importantes suceden en la vida "yo tenía que estrenar La Baraja del rey don Pedro
en la Abadía y coincidió que ese mismo día tenía que ir a hacer la prueba para la
película. Me enviaron la secuencia por fax y, con los nervios del estreno, se me olvidó
el nombre del personaje y me dije: pues si es secundario será el que menos habla y, me
aprendí el papel del que menos habla que, casualmente, es el protagonista. "No
hombre, me dijeron. Ese es el protagonista. Bueno, anda, léelo". Lo leí, trabajamos
un poco y ... me hicieron otra prueba al día siguiente, (ya me aprendí bien la
secuencia) y así fue cómo me dieron el papel. Hubo algunos días de tensión porque yo
tenía lo de La Baraja del rey don Pedro que no podía dejar, pero finalmente se
pudieron ajustar las fechas".
Muchos años de trabajo en el teatro, televisión y alguna incursión en
el mundo del cine preceden a este momento. Sus inicios en esta profesión son también
bastante peculiares. No tiene precedentes familiares en el mundo de la actuación
"bueno, mi padre trabajó durante un corto periodo de tiempo en la radio, pero eso es
todo. Fue más bien cuando estaba en el colegio, hicimos una representación de Jesucristo
Superstar para pagarnos el viaje de fin de curso. Me lo pasé tan bien haciendo de
Herodes, con todas las chicas del coro a mi alrededor, acariciándome... Y después lo
hicimos dos días en el Ramiro de Maeztu, lleno de familiares y amigos... todos aplaudían
mucho y se lo pasaban muy bien con nosotros y nosotros nos abrazamos mucho y, por la
noche, ligué tanto que dije... bueno, pues... Al año siguiente hice el cura Silvestre en
El Diluvio que viene, también me lo pasé muy bien y decidí, después de varios
intentos fallidos en la universidad, dedicarme a esta profesión y comencé a prepararme
para entrar en la Escuela Superior de Arte Dramático".
Comenzó sus estudios en el año 1984. De la Escuela recuerda con
cariño a Campomanes, Lourdes Ortiz o Jorge Eines, entre otros. En el año 90 comienza su
carrera profesional con Calígula, dirigido por Tamayo. El protagonista lo hacía
Imanol Arias. Después vienen sus trabajos Con Ernesto Caballero: Eco y Narciso y
un espectáculo sobre textos no teatrales de Ramón Gómez de la Serna: Querido Ramón,
que tuvo muy buenas críticas y llenó el teatro Alfil. Vuelve a trabajar con Tamayo en Un
Tranvía llamado Deseo, junto a Ana Marzoa.
Acto seguido comienza su trabajo en el teatro La Abadía, junto a José
Luis Gómez, en donde permanece durante seis años. "Empezamos con El Retablo de
la lujuria y la muerte, dirigido por José Luis Gómez. Hicimos más de 400
representaciones. Fue el primer espectáculo de La Abadía y pusimos todos mucho empeño.
Tuvimos cuatro meses de talleres para encontrar entre todos un lenguaje común y después,
cuatro meses de ensayos hasta que estrenamos el 14 de febrero de 1995". Después
vinieron otros trabajos en La Abadía: Noche de reyes con Gerardo Vera, Las
Sillas, con Carles Alfaro, "en ésta hacía un personaje que hacía de mimo al
final. Y me hizo mucha gracia porque cuando dejé La Abadía la gente me reconocía más
por el mimo que por mi trabajo anterior".
El último trabajo que ha hecho en La Abadía es La Baraja del rey
don Pedro de Agustín García Calvo, también dirigida por Gómez, que ha coincidido
con el salto definitivo a la gran pantalla. Anteriormente había hecho alguna cosa en
cine, como un papel en Amo tu cama rica de Emilio Martínez-Lázaro. "Eran dos
secuencias", nos cuenta, "en una de ellas llevaba en un Porsche descapotable a
Ariadna Gil a un bar. Ella salía del coche y me decía "¡adiós, Fermín! y me daba
un besito y, claro, hubo que repetir 17 veces. Pues me dio 17 besos y me dije: esto del
cine... ¡qué impresionante! Yo quiero ser actor de cine".
No volvió a hacer cine hasta que trabajó con Pablo Llorca en Todas
hieren, en 1997. En 1999 volvió a rodar con Llorca, La espalda de Dios, que se
va a estrenar en breve, en el mes de marzo. Después de rodar El Bola le llamó a
Argentina Eduardo Mignogna (conocido internacionalmente por su película Sol de Otoño)
para rodar La Fuga, que se estrenará próximamente en el mes de mayo.
Y termina la conversación diciéndome que hay que ir al cine a ver El
Bola "es una buenísima película, aunque en principio se pueda pensar que no soy
objetivo porque soy parte de ella. Es maravilloso poder ir al cine y salir diciendo
¡joder, he visto algo que me ha llegado... para una vez que de repente hay una película
que remueve cosas, yo creo que merece la pena ir a verla". "¡Eh, la pena: no.
La alegría, je, je!".
Muchos éxitos con La Fuga y La Espalda de Dios. Hasta
prontito, Alberto.
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Texto, Copyright © 2001 Paz Mediavilla.
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