Gabino Diego, un actor melómano metido a mecenas por
Dionisio Rodríguez (entrevista) y Dionisio Rodríguez y Manuel Barón (elaboración)
Tras los dos intensos días
pasados en Cádiz, (ver Entrevista con Robert Freeman en este mismo número de BABAB) logramos subirnos al tren rumbo a Sevilla
este cronista en compañía del mencionado Freeman y de Gabino Diego. Este último acudía
en calidad de amigo y colaborador a la producción de la exposición que bajo el título
"Mirada Musical" había presentado el gran fotógrafo inglés, afincado en
España.
El viaje de vuelta también comenzó sazonado con la expectación y
el -a veces- demasiado entusiasta cariño que corresponde a moverse con personajes tan
queridos y populares. Sobre todo con Gabino, que demuestra una gran paciencia atendiendo a
quienes espontáneamente de vez en cuando le abordan sin el menor recato para la deseable
intimidad de un viaje privado.
Nos movimos por los vagones, buscando un poco de tranquilidad que nos
permitiera descansar un poco de tanto ajetreo y dedicar una parte del viaje a hacer esta
entrevista para los lectores de BABAB. Un vendedor ambulante nos permite tomar un refresco
iniciar nuestra charla. Robert, intenta dormitar un rato y nos deja a solas. Comentamos
brevemente a priori los temas que me gustaría tratar y pongo en marcha la grabadora.
BABAB (DIONISIO RODRÍGUEZ) - La primera pregunta que
deseo hacerte es ¿cuáles son los primeros recuerdos ligados a la música que tienes?
GABINO DIEGO - No podría decirte cuál fue el primer
momento donde yo tuve una audición consciente de la música. Tengo muchos recuerdos de mi
época de Londres (mi padre trabajaba entonces allí) y recuerdo que había muchas bandas
que tocaban en los parques a una hora determinada mientras nosotros nos tumbábamos en la
hierba a escucharlas. Eso a mí me gustaba muchísimo, escuchar música en directo y ver
como todo ese grupo de personas pudieran producir a la vez algo maravilloso.



Aparte de esto, según cuenta mi madre, su hermano (mi tío), con el que
mi madre se lleva casi 20 años, siempre ponía música cuando ella estaba embarazada de
mi; por eso, en la barriga de mi madre también escuché mucha música. Me imagino que
sería rock, Los Beatles o cosas así.
También mi padre nos llevaba con cierta frecuencia a conciertos de
música clásica..., la música siempre ha estado presente en mi vida y siempre me ha
gustado. También he sido muy curioso, y cuando me gustaba un artista, iba a tiendas de
discos a buscar sus músicas e interpretaciones.
Por otro lado, en uno de los colegios donde estuve, hicimos una obra de
teatro con música de Weather Report, y descubrí el jazz... más tarde a Chick Corea.. y
así a otros. Cuando descubría en un disco una colaboración que me gustaba, buscaba
otros discos donde tocaran esos músicos. Comencé a fijarme en los compositores y a
ampliar mis gustos.
Londres para mí fue muy importante, porque entonces (hablamos del año
70) había muchos músicos ambulantes. Yo era entonces muy pequeño pero pensaba:
"¡cómo me gustaría tener otra edad en este momento!". Ya en Madrid ,me atrajo
mucho la idea de tocar y cantar en la calle, y lo hice. Al principio iba con un amigo que
me acompañaba con la guitarra. Después, aprendí un poco los acordes de la guitarra y me
iba yo solo a la calle Preciados, en Madrid, al Corte Inglés de Princesa... Recuerdo unas
Navidades que estaba tocando y le hacía competencia a un minusválido que también tocaba
y se enfadaba bastante...
BB - ¿Qué música se oía en tu casa?
GD - A mi hermano le gustaba Cat Stevens, Julio
Iglesias... "tenía un gusto muy ecléctico". Mí tío, que venía a veces de
Estados Unidos, es el que tenía la música más interesante: Beatles... y cosas así,
también mi padre tenía muchos discos de música clásica, música latina y música
melódica.
El amigo mío que me acompañaba a tocar, Carlos Espinosa, tenía una
familia estupenda y muy curiosa. Tenían muchísimos discos. Yo me pasaba horas y horas en
su casa oyendo música, allí descubrí la música brasileña, la salsa... tenían de
todo. Y sigue pasando el tiempo y aún este chico, Espinosa, me sigue sorprendiendo con
nuevas cosas.
BB - ¿Llegaste a plantearte ser músico antes que
actor?
Le endoso la pregunta aprovechando una pausa de la fluida y larga
respuesta, pero Gabino me hace señas de que no, que prefiere seguir hablando de
recuerdos.



GD - Estuve también en la Escalona de Nuestra Señora
del Recuerdo, con Don César. Yo era mal estudiante, y es posible que no fuera el modelo
de chico que Don César quería para su Escolanía, pero al final conseguí quedarme.
También estuve estudiando solfeo y armonía, pero me resultó muy difícil adaptarme al
sistema de enseñanza; me resultaba lejano y aburrido y decidí dejarlo.
Sin darme tiempo a repetir la pregunta y tras tomar un poco de
aliento empalma la respuesta.
...yo siempre me he querido considerar artista, más que actor. Me gusta
más que me llamen artista, porque un artista es una persona que se dedica al arte, y eso
es lo que me gusta a mí. Llegué a ser actor, como te he contado y ya he contado en otras
ocasiones, de una manera casual, pero lo que siempre había tenido claro era que quería
ser artista.
La música siempre me atrajo. Cuando iba o voy a un concierto me produce
tanto placer que no entiendo cómo la gente no puede sentir lo mismo que yo. Me parecía
tonto perder el tiempo en discotecas donde no "ligaba" nada en vez de estar
escuchando un concierto.
Por otro lado, pienso que todo el que toca un instrumento también busca
de alguna manera seducir... vamos, para "ligar" un poco más.
BB - ...o sea, que tu también te hiciste artista para
"ligar" más...
GD - (Risas)... En el colegio yo era famoso porque
imitaba a los profesores; no es que me considere imitador, como pueden serlo Cruz y Raya,
que me parecen geniales, simplemente me gustaba hacer esas cosas. En mi clase también
había gente con mucho talento que después no se han dedicado a esta profesión, a veces
estas cosas parecen cuestiones del destino, de estar en el sitio apropiado. A mi me llegó
la oportunidad en ese momento, aunque supongo que si no me hubiera llegado la habría
buscado por otro lado.
BB - En tu trabajo como actor has tenido ocasiones, y
no son muchos los actores españoles que pueden, de hacer música. Has hecho algún papel
en el que has tenido que cantar, e incluso en algún acto público se te ha visto cantar
alguna balada, desde el punto de vista de un actor que canta, no de un cantante
profesional. Háblanos de esto.
GD - Creo que es algo que está cambiando en España.
Ahora los actores también se preocupan por saber cantar y bailar, cosa que en Estados
Unidos la mayoría lo hacen. Lo importante es hacerlo dignamente. Por ejemplo Glen Glose
es una actriz que trabajó en los musicales antes de ser actriz de cine. En este sentido
yo lo que pretendo es mejorar día a día. No quiero grabar un disco, pero si cantar o
hacer algo de música de vez en cuando... para eso uno se gasta las "pelas" en
las clases de canto (risas)...
BB - Por cierto, que tu profesora es la gran cantante
Inés Rivadeneira.
GD - Si, pero no lo digas que se le llena de gente y no
le queda tiempo para mis clases...
BB - O sea, que te "castigas" la voz de vez
en cuando con las clases.
GD - No lo considero un castigo, para mi es más bien
una terapia. El otro día leí en una revista los muchos beneficios que tiene el canto.
Uno llega deprimido a una clase, y puede salir totalmente cambiado. Además, Inés me ha
ayudado a afinar, a colocar la voz y a cultivar el estilo y el buen gusto al entonar temas
clásicos.
Sin mas preámbulo se pone a entonar un aria de Haendel, al cabo de
un rato, le digo alguna palabra por aliviarle el compromiso (no es nada fácil) pero
voluntarioso termina la primera letra con un sorprendente estilo y línea de canto.
Comentamos el aria y charlamos a micrófono cerrado y en general de
diversos temas relacionados con el canto. Decidimos hablar de otras cosas y pasamos a
preguntarle por su relativamente reciente faceta de productor y en cierta forma también
mecenas de otros artistas.
BB - En tu faceta de productor, ¿cuándo te planteaste
intervenir de una forma directa en una producción musical? Háblanos de tu primer
proyecto y también de cómo crees que influyen en estas cosas el que sea una persona
conocida quien esté respaldando el asunto.



GD - El ser conocido, en el primer disco, no se si
sirvió de algo. En realidad creo que no sirvió para nada, porque ahora mismo como no
tengas una buena campaña de marketing no tienes nada que hacer.
Yo había escuchado un disco de Gary Burton y Pat Metheny,
("Reunión") que son de mis músicos preferidos, donde había tres temas de un
músico canario que se llama Polo Ortí. Me gustaron
mucho esos temas y la originalidad de su música, me pareció que era un músico que
tenía un mundo propio. Cinco años más tarde conocí a Polo (curiosamente viendo una
obra de teatro de un escritor que también me gusta muchísimo, Javier Tomeo) y tuve la
oportunidad de decirle lo que me gustaba su música. Más tarde conocí a su manager,
que me dio un disco de improvisaciones en directo, del que me gustó hasta el dibujo que
Polo había hecho para la portada.
A raíz de esto me puse en contacto con él, y le comenté la
posibilidad de hacer un disco de piano, sencillo pero bonito; un disco para que los
entendidos pudieran apreciarlo. Y nos pusimos manos a la obra, e hicimos un disco de
piano, ("Polo") con algunas colaboraciones estupendas. Nunca me había atrevido
a hacer una cosa así, pero me di cuenta de que por algún sitio tenía que empezar. A mi
me gusta el resultado, me parece que es un disco precioso, lo vamos a reeditar con una
nueva impresión y algún cambio de orden en los temas. Espero que el próximo que haga
sea tan bueno o mejor.
BB - ¿Y cómo ha funcionado el disco cara a las ventas
y cara al público?
GD - No es un tipo de música que se venda
rápidamente, pero desde el punto de vista de la producción, conseguimos recuperar la
inversión y plantearnos la reedición al mismo tiempo que ya estamos en el segundo.
A Polo no le habrá servido para hacerse rico, ni mucho menos, pero si
para que se ponga en marcha de alguna manera, y prepare el siguiente proyecto. Yo creo que
mi trabajo ya está hecho y lo importante es que esos temas queden ahí.
BB - Tú te implicaste en gran medida en este disco,
hasta el punto de participar en las giras de promoción, ¿qué te pareció esta
experiencia?
GD - Bien, lo que pasa es que ahora pienso que no es
bueno implicarse tanto. Tiene que haber también un equipo de gente que mueva el marketing,
que es lo que se va a intentar en los siguientes discos. Alguien que haga toda una labor
posterior: promoción, conciertos, etc. No sirve de nada hacer un disco si el artista no
tiene un manager que le mueva, si no tiene una campaña detrás para que se venda
el disco y le den a conocer.
BB - ¿Cuál es el siguiente proyecto?
GD - El siguiente proyecto, del que se van a hacer las
mezclas ahora en el mes de julio, es el último disco de Nono García.
Nono García vino a mi casa y me enseño lo que estaba haciendo. Yo ya
había escuchado su primer disco, que se grabó en Bélgica, y me había gustado mucho. Me
pareció uno de los discos más interesantes que se han hecho de fusión con el flamenco.
Aparte de que Nono García es un innovador, fue uno de los primeros que empezó la fusión
con el flamenco, junto con Chano Domínguez. Me parece un músico muy original. Es una
especie de flamenco "abrasileñado", una mezcla muy bonita. Yo le llamo el
"Toniño Horta" del flamenco.
En este disco tiene influencia del blues, del bayao
brasileño, alegrías, una salve marinera... Cuando él me presentó la maqueta de lo que
quería hacer le dije que contase conmigo y que buscaríamos la manera, pero que lo
importante era que ese disco saliera.
Por supuesto que no me importaría que mis proyectos tuvieran también
éxitos económicos, ganar dinero, sobre todo para poder hacer más cosas en este sentido;
pero para mi, sinceramente me hace sentir satisfecho que estos trabajos salgan y la gente
conozca este tipo de música.
BB - Hemos visto en este viaje que tu productora
también está implicada en la exposición de Robert Freeman. O sea, que realmente te vas
a trabajar con las cosas que te gustan y te parecen interesantes...
GD - Robert Freeman es, aparte de un gran amigo, un
artista al que admiro muchísimo. Él me ha hecho muchas fotos, me gusta su manera de ver
la vida... en fin, nos une una relación muy estrecha. Además, él ha hecho las dos
portadas de estos discos, que es otra de las cosas de las que me siento muy satisfecho.
Quiero que la gente cuando compre estos discos no vea un trozo de plástico, sino vea
también algo bonito; que piense que el que ha creado esto no quería hacer cualquier
cosa, sino que ha hecho algo con cariño. De lo contrario prefiero no hacerlo.
Robert me comentó la idea de su exposición "Una mirada
musical" y yo quise participar de alguna manera.
BB - ¿Que impresión te queda de esta exposición tan
"musical" que hemos visto?
GD - Se me quedan muchas cosas. Es como cuando escuchas
un disco de canciones distintas y siempre te quedas con algo, una sensación. Me quedo con
mucho colorido. Por otro lado, lo que más me gusta de Robert es que tiene mucha sencillez
al mismo tiempo que profundidad. Me parece realmente difícil, crear algo tan bello y con
sentido artístico sin ser nada pretencioso. En los disco que hemos hecho, ha merecido la
pena trabajar bien los contenidos no musicales.
BB - ¿Y cuales son los proyectos futuros de tu
productora?
GD - Ahora lo que me gustaría es terminar el disco de
Nono, presentarlo bien y que funcionara. Es un disco que me encanta. Donde toca también
Jorge Pardo y Antonio Serrano, que me parece uno de los grandes talentos que hay ahora
mismo en la música española, incluso diría mundial.
Me gustaría hacer también un disco-libro con poemas de Pedro Beltrán.
Es algo que quiero hacer desde hace tiempo, pero es que me he especializado en artistas
muy complicados (risas)... lo bueno es difícil. Es una especie de mecenazgo paternal.
BB - Pedro Beltrán es, entre otras cosas, guionista de
Fernando Fernán Gómez. Cuéntanos algo más de este personaje.
GD - Pedro Beltrán es un personaje muy peculiar.
Fernán Gómez lo define como un "poeta popular". Se dedica a hacer los poemas
en la calle, en la barra de un bar... No están escritos en ninguna parte, están en su
cabeza, que es donde compone. Creo que es importante que estos poemas estuvieran escritos,
no con intención comercial, pero si para que cuando el falte, nos queden sus poemas.
BB - ¿Algún nuevo proyecto cinematográfico?
GD - Pronto se va a estrenar "Pata negra",
una película que rodé en Cuba. Además, voy a participar en la próxima película de
Santiago Segura, la segunda parte de "Torrente, el brazo tonto de la ley".
Aparte de estos proyectos de cine, tengo ganas de terminar otro que quiero hacer desde
hace tiempo.
Se trata de un espectáculo en el que salgo contando anécdotas, con
mucha música, en el que también cantaré. Es algo en lo que seguro me lo voy a pasar
bien, porque yo disfruto mucho cantando, a pesar de que algunos críticos que me oyeron
cantar una vez se empeñaron en que no lo hiciera.
Se nos acaba el tiempo, el viaje toca a su fin, y organizamos la
inminente llegada. Aún deberíamos pasar unas horas juntos en casa de un amigo común en
espera de nuestros diferentes destinos inmediatos. No nos importa a nadie porque Gabino
Diego es un hombre cercano y querido en esta casa, al que seguramente tendremos muy pronto
y así lo emplazamos a seguir teniéndonos al tanto de sus proyectos. Por el aprecio que
le tenemos en todo el entorno de Babab, le ofrecimos que compartiera nuestra casa como
Miembro Honorario, lo cual aceptó encantado, gesto que desde estas líneas le
agradecemos.
 |
Texto, Copyright © 2000 Dionisio Rodríguez,
Manuel Barón. Todos los derechos reservados. |
 |
Fotografías, Copyright © 2000 Robert
Freeman. Todos los derechos reservados. |
|