Psicosis Gonsales: El arte sin artificio por
Luis Miguel Madrid
Presentación del espectáculo Con cierto desconcierto en
la sala MARÍA PANDORA de Madrid. Pza de Gabriel Miró, 1
Al Piano: Lola De Cea
Estreno: 13 de diciembre de 1.999.
Actuaciones: Todos los lunes de diciembre y enero.
La Psico se mete por el hocico y se saca de la manga un sabor que
sentíamos perdido desde que desfasaron la palabra cabaret. Cada escenario que pisa huele
a cabaret, lo mismo da que antes fuera un antro, templo o churrería. Todo lo que su
cuerpo abarca sirve para cumplir las diez premisas básicas que en las noches mágicas se
resumen en dos: provocar y enternecer. Nadie está seguro tras el leve parapeto de un
blanco velador. El camuflaje se hace inseguro, la pasión también traiciona y alguno
interpreta ciertas zonas del discurso con la fluidez de tres tristes lagrimones. De alguna
manera, el esfuerzo es sólo una mueca, lo imposible se transforma en lo contrario y las
bocas se hacen labios.
Este Con cierto desconcierto supone su enésimo estreno en el
difuso entorno del cabaret, teatro o varieté. No es la clasificación lo importante sino
la seducción la que hace que machos de pelo en pecho le persigan con las babas camino de
las rodillas sin saber muy bien si se han vuelto idiotas o han encontrado el revés de su
tortilla.
Ese poder le ha hecho permanecer una larga ristra de años sobre el
cable finísimo del directo. Siete años lleva sin interrupción en el Berlín Cabaret, un
bello escenario por donde han pasado y pasan otros grandes seductores, como Pedro Reyes o
el Mago Migue.



Que sea considerada como la más grande de las Drag no quita para hacer
lo que otras ni siquiera tienen anotado en su agenda de sueños imposibles: la grabación
de tres discos -ahora está preparando el cuarto- y multitud de giras, celebraciones y
actuaciones diversas por los rincones más insospechados, permanentes citas con
televisión y hasta la inminente publicación de sus memorias.
Para éste Con cierto Desconcierto, Psicosis ha elegido retomar
los hilos que siempre le amarraron al actor que fue y que a pesar de él mismo, sigue
siendo. El gran temor que era eludir los chascarrillos propios de sus éxitos, ha quedado
superado. Los insultos, el descaro y el griterío se difuminan y aunque se escucha alguna
referencia no se palpa el estereotipo que da vida a la otra Psicosis. En éste
espectáculo no se repite el estribillo habitual: ¡puta, guarra, cerda...! y por la
novedad, lo agradecemos. La drag de rojo sabe más, sabe mucho más. Y lo demuestra
cabareteando como actor, mezclando drama y picardía, redondeando monólogos que abarcan
lo social y se reúnen con la poesía y la emoción.
Lola de Cea se esconde tras el piano con la seriedad del oficio
responsable y la gracia de la pianista implicada en la trama argumental. Provoca risas con
el gesto y reconocimiento en las pulsaciones, agradeciendo sin duda la calidad que José,
el técnico de sonido -al que cariñosamente llaman Calcetines- y Porri, -al que
cariñosamente llaman Porri- logran conseguir. El público aprueba estos detalles con
prolongados aplausos, risas y sonrisas cómplices. Sabe de la profesionalidad que se
desborda igual que desbordan ellos el aforo de María Pandora.
Era de imaginar, Psicosis tiene eso que casi nadie alcanza: la fórmula
de la seducción. El truco es fácil para cualquiera que se pare a verle: sinceridad se
llama y es lo que hace que un artista se prepare igual para tres que para tres mil
espectadores, que salga al escenario sin preguntar por el aforo y que al aparecer, si ve a
tres actúe como si viera a los tres mil. Ese truco tan sencillo hace que los panes, los
peces y los seguidores se le multipliquen hasta abarrotar los contornos del escenario en
el que actúe, hace que sin aspavientos se le admire y se le quiera porque comprueba que
el truco de la sinceridad es honesto y su fórmula de seducción, atractiva. Por ello, con
la sencillez que ofrece y por los inmensos ojos a los que nos invita, le creemos y en un
rincón de su mirada nos quedamos.
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Texto, Copyright © 2000 Luis Miguel Madrid.
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