Textos de César Cortijo

Luismi y Eva

UN RÍO EN DELTA

Un poema de César Cortijo dedicado a Eva Contreras, mujer del poeta que nos ha dejado hace tan poco, Luis Miguel Madrid

Teruel

Ascensor a Teruel

(...) en España es todo al revés. Lo verde, lo alpino, está en el fondo bañado por los ríos y los cadáveres valientes del Ejército Republicano, y lo que parecen las alturas, es en realidad un llano...

Relato: Música siniestra de Madrid

And always the wind, the ferocious and equalitarian wind/levels the desert and sweeps away/the buildings that Vanity made up with effort/with hard effort, the buildings which briefly colored/the...

Benidorm desde el mar 01 JMM

Sonata de Benidorm

Tras dejar Nueva York, el poeta César Cortijo escribe sobre su visita a Benidorm, la ciudad española con mayor densidad de rascacielos. "Y las altas torres miraban al mar, ridículas pero dignas, con...

Nueva York

Sinfonía de Nueva York

César Cortijo reflexiona sobre la ciudad Nueva York, uniéndose a la la tradición de la literatura hispánica por la que han transitado poetas como Lorca o José Hierro

Poemas españoles II

CÉSAR CORTIJO. Ponte la cazadora negra de cuero que llevabas hace veinte años cuando eras absolutamente gamberra y vamos a bailar de verdad mañana por la noche llenos de nostalgia, hijos, lágrimas...

Nací en Madrid en 1965, cuando vinieron los Beatles a España y mis padres se compraron un Gordini. Aprendí a montar en bicicleta en los tramos realizados sin inaugurar de la M·30. Y fui un niño de buenas notas y deportista hasta que a los 13 años formé un grupo de rock en la escuela, los Atomos. La contracultura me entró de lleno con la primera guitarra eléctrica y todo lo que conllevó. Henry Miller, Boris Vian, Bukowski, fueron mis lecturas preferidas antes que cualquier otra.
Fui músico precoz, a los 15 toqué varias veces en Rockola y otros antros españoles con mi grupo siniestro de la Movida Madrileña, la Fundación, que llegamos a grabar un single en 1983 para Tres Cipreses y representamos a España en el festival Transmusicales de Rennes (Francia) junto a los Desechables de Barcelona.
Paralelamente me hice amante de la poesía. La primera poeta que me gustó fue Blanca Andreu y quien realmente me deslumbró fue Leopoldo Panero, a quienes conocí personalmente sin mucho que destacar.
Escribo poesía y relatos desde entonces. Con un relato, “Primeras Enseñanzas” obtuve un accésit en un certamen provincial del Ministerio de Cultura. Me entregó el premio Soledad Becerril entonces ministra de Cultura de la UCD. El premio consistía en los siete tomos de la obra de Proust, “En Busca del Tiempo Perdido” que leí sin sentir y decidí entonces ser escritor en serio.
Inicié estudios de Económicas por influencia familiar y lo compaginé con el rock y la literatura. Mis primeros poemas de los 80 no conseguí publicarlos hasta 30 años después, bajo el título de “Tenor”, Ed. Vitruvio, Madrid, 2016. Sin embargo, mucho después se publicó mi primer libro, “La Vida en el Pozo” Ed. Libertarias, Madrid, 1993 con prólogo de Panero y presentado en acto público por Blanca Andreu. Desde entonces he publicado siete libros de poemas en distintas editoriales que son principalmente de poesía lírica moderna, aunque los últimos desde 2006 se han teñido de un color social o civil indudable.
Ha sido una poesía más de lámparas que de espejos, en términos que M.H. Abrams utilizó para su famoso ensayo acerca del romanticismo.
He sido poeta casado y divorciado con dos hijos y una vida convencional en la empresa privada como los buenos poetas americanos, Stevens, Eliot, o nuestro Gil de Biedma, que me ha hecho independiente de los cenáculos y de los ambientes académicos.
Actualmente soy feliz en mi cincuentena y soy de la primera generación española que ha tenido fondos para viajar, aunque luego nos arruinásemos sin quererlo. Conservo amigos de la infancia y tengo nuevas ideas y conciencia políticas para los tiempos que se avecinan antipáticos.

Desde 2008 he ampliado mi especialidad poética a la narrativa. He escrito una novela autobiográfica tras la muerte de mi padre, y otra de índole histórica que acaba de ser finalista en el Premio Azorín de Novela 2016.