VASOS COMUNICANTES
La pequeña muerte bailando
su vieja consigna húmeda,
cualquier pasadizo secreto
que conduzca hasta el aullido,
los jardines que suturan
las heridas más arcanas,
tu pulso de antorcha
y el halo encendido.
Los usos y costumbres
de la razón dorada,
la mancha de vino
que desprecia el encuadre,
la súbita fractura
en la estirpe del zafiro,
Rompiendo las olas
o Fresas salvajes.
Emergiendo sobre el asfalto
cuando este se relame
al ver nuestras rodillas,
en la catarsis permanente
o pasajera del espíritu,
los vasos comunicantes
de la auténtica belleza
son el ojo de buey
que circunda el infinito.
TESTAMENTO
Lego al demiurgo el faro
al esteta beodo,
la ambrosía que tentó a la serpiente
a los soñadores,
la retama de agua bendita
que escapó del bosque blasfemo.
Lego a la tiniebla el hastío
a la ambición,
el cortejo entre la hierba y la hormiga
al polvo,
la bitácora del cosmos
que construye la herrumbre.
Lego al desprecio la escarcha,
a la memoria,
la semblanza de una caricia exhumada
al vacío,
el alud de lugares comunes
que ha sepultado al hombre.
Y lego al perdón el reposo
de mis ojos cerrados
bajo el arrullo mezquino
de la tibieza.

Texto © Carlos Javier Corral
Fotografía © Edu Cabalin
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