Literatura Poesía

Francisco Álvarez Koki, poemas

Poemas Francisco Álvarez Koki

La poesía de Francisco Álvarez está atiborrada de imágenes insólitas: «y lo negro fue cobre / y el grito fue bamba» y de oxímorones: «tartamudeo el silencio». Continúa, asimismo, una larga tradición (Shakespeare, Calderón) al observar al mundo como un gran escenario donde «una sombra de ombligo… se cierne sobre la sinalefa de mi tiempo». A ratos también juega con las herencias de la sabiduría popular en sus refranes trastocados «ya muerto el poeta / murió la rabia», o traiciona las expectativas como cuando escribe: «me siento como un niño pequeño / agarrado a la falda de mi dolor».

Miguel Falquez Certain

Quien vive y escribe en un país con una lengua distinta de la suya lleva esta como un Tesoro privado, un alimento secreto del que solo él es consciente, que lo mantiene muchas veces apartado de los otros pero que a la vez le sirve de código intimo con algunos de sus semejantes, convertidos en cómplices.

También ese idioma es un vínculo con uno mismo, con el pasado, que es tan distinto del presente; el idioma se convierte en memoria, porque las cosas que nombra son las que están más allá del presente en el que uno es extranjero. De este modo, la lengua literaria alcanza una extraña pureza al no estar contaminada, o no del todo, por los usos de la vida cotidiana. El idioma en si mismo ya es literatura. Escribir es dar forma a mensajes cifrados.

Pienso estas cosas leyendo los poemas de Francisco Álvarez, imaginando su vida de escritor en español y gallego en la ciudad de Nueva York, preguntándome como se mantiene la inspiración literaria viviendo durante muchos años sumergido en otro idioma, en otros idiomas, porque si en Nueva York el inglés ya no es la lengua dominante, también es cierto que el español que se habla en la ciudad está lleno de resonancias, giros, contaminaciones que lo hacen muy distinto del idioma que Álvarez aprendió en su infancia y en su juventud.

Antonio Muñoz Molina

 
POEMAS EN ESPAÑOL E INGLÉS
de Francisco Álvarez Koki
 


Desde aquí pienso…

en los puntos suspensivos y las comas

que sólo conocemos yo y tu cuerpo.

Ahora me invade no sólo la tristeza

sino la geografía del silencio.

From this point I wonder. . .

About the ellipsis and the commas

Only familiar to your body and me.

I’m now filled not only with sadness

But also with the geography of silence.


La bañera como un barco

te mecía en el tiempo,

y a través del agua

yo era tu silencio.

El agua tenue se hundía

por tu hermoso cuerpo

mientras la luna se filtraba

con todos sus misterios.

Los visillos de la ventana

jugaban con el viento,

mientras la bañera te rodeaba

con sus brazos de hierro.

El agua, otra vez el agua

en su dulce chapoteo

subía por tu piel

para entrar en tus secretos.

Yo era el vendaval

que soplaba en tus velas

y era el maremoto

que sacudía tu bañera.

Pero al final fue el tiempo

más firme que mi fuerza

y me volví playa y me volví puerto

para ser agua de tu misma bañera.

Like a vessel, the bathtub

Rocked you in time,

And I was your silence

Across the water.

Your exquisite body

Sank in the tenuous water,

While the moon filtered in

With all its mysteries.

The window blinds

Played with the wind,

And the tub embraced you

With its arms of iron.

The water forever

Climbed up your skin

with its tender swashing

to break your codes.

I was the gale

Stirring your sails,

I was the tsunami

Shaking your tub.

At the end, however, time was

Relentless, and I surrendered,

Becoming harbor and seashore,

To be the water in your bathtub.


Quedaré detenido ante el temor
de incendiar las alfombras
José Lezama Lima

Desde el lienzo cubista

y desde la altura…

de una métrica medida,

unos ojos como oídos nos sentían.

Tal vez después el osado pintor

interrogue al cuadro

sobre nuestros jadeos y demás juegos malabares.

Pero el cuadro,

fiel al arte de nuestros cuerpos

permanecerá sonriente y mudo

con el todavía caliente tintineo de tus besos.

El sofá se recupera de las embestidas

y por el suelo saltan las chispas

de dos cuerpos, cuya energía se extingue

en la hoguera de las pasiones

que vibran al unísono.

Descansamos…

más tarde volvimos al encuentro,

era fuego, era sueño y era poesía…

Bajando por tu cuerpo,

subiendo por mis besos.

Mujer de altas montañas

me perdí en tus altiplanos

y el eco sonido de mis pasos

se confundió en tus huellas.

I won’t be able to move by fear
Of burning the rugs.
José Lezama Lima

High on the wall

And from a distance,

From the Cubist canvas

A few eyes like ears heard us.

The daring artist may

Question the painting later on,

What with all of our panting and juggling.

And yet the painting,

True to the art that our bodies are,

Shall remain quiet and smiling

With the still steaming tinkling of your kisses.

The couch is recovering from the attacks,

And, jumping out from our two bodies, sparks

Run along the ground, consuming their energies

In the bonfire of passions,

Resonating in harmony.

We relax. . .

Afterwards, we meet again:

It was fi re, a poem, a dream—

Climbing down your body,

Climbing up my kisses.

Woman with lofty peaks,

I lost my way in your high plateaus,

And the echoing sound of my footsteps

Became one with your footprints.


Una mujer me espera

cada mañana al alba

con su pelo suelto

como la palabra

y sus ojos negros

como lunas claras.

Una mujer me espera

hecha abecedario

con su sonrisa inmensa

y su trágico llanto.

Voy como las esferas

silencioso y girando

dormido en tus dos pechos

de limones y dardos.

Te beso entre tu vida,

siempre en tránsito,

y me muero contigo

en cada orgasmo.

A woman waits up for me

every morning at dawn

with her hair down

like the word

and her dark eyes

like clear moons.

A woman, made alphabet,

Waits up for me

With her ample smile

And her tragic tears.

Like the spheres, I move along,

Quietly turning,

Asleep between your breasts

Of lemons and darts.

I kiss you between your lips—

always in passing—

and in each orgasm

I die with you.


Amo tus grandes ojos

como las noches de luna llena,

que riza nuestros besos.

Amo tus palabras…

que tímidamente callaste

cuando empezabas a amarme,

y amo esos suspiros

que lánguidamente derramas

sobre el alma de mi cuerpo

todas las mañanas

cuando tremendamente me amas

más allá de todo silencio

y toda consonancia.

I love your big eyes

like full moon nights

that curl our kisses,

I love your words…

that timidly you silenced

when you began to love me,

and I love those sighs

that languidly you spill

over the soul of my body

every morning,

when you love me terribly

beyond all silence

and all consonance.


Me gusta cuando siembras

mi cuerpo de esperanzas

y me gusta cuando callas

tus dulces palabras,

cuando huelo tus flores

que en mi estudio tiemblan

al viento de mis suspiros

que buscan tus labios.

Todos los papeles, todos,

esperan tu mirada,

de cuando lees mis versos,

con ansia callada.

Tus flores me hablan de ti

y alegran mi estancia,

porque ellas conservan tus besos

y nuestras palabras.

I like you when you plant

hope on my body,

and I like you when you silence

your sweets words,

when I smell your flowers

that tremble in my study

to the breeze of my sighs

that search for your lips.

All the papers, all of them

await the look that you have

when you read my poems

with silent expectation.

Your flowers speak to me of you

and they make my room happy,

for they hold your kisses

and our words.

Francisco Álvarez Álvarez, conocido en el ámbito literario como Francisco Álvarez Koki, nació en 1957, en el barrio de A Estivada, en la villa marinera de A Guarda, Galicia, a la sombra del famoso Monte de Santa Trega, donde muere el río Miño en su entrega al mar. El Atlántico entre España y Portugal. Es autor de una amplia obra poética, narrativa y periodística tanto en lengua gallega como castellana. Casi sin saber cuándo fue el inicio de ese periplo poético, recuerda haber escrito poemas tal vez con 12 o 13 años. Koki siempre se ha definido como un obrero que escribe poesía. No escribe para matar su vanidad, ni para regocijo de los que mandan. Su poesía es directa si es social, e intimista hasta la piel del alma, si es amorosa. En el año 1977, Koki emigra a Francia, para trabajar en las fábricas Bonduelle, donde compite una temporada. Se casa en el año 1980 y publica su primer libro «Lexanías», en gallego. Francisco Álvarez Koki es miembro de la Asociación de escritores en lengua gallega, lengua de sus ancestros y lengua vehicular con sus amigos familia e hijo. En 1984, emigra a Estados Unidos, donde permanece ilegal e indocumentado cinco años, sin regresar a Galicia. Durante ese tiempo, consigue legalizar su posición en el país. El embate de su experiencia neoyorquina da su primer resultado literario con el libro «Mais alo de Finisterre». Edición de la Diputación Provincial de Pontevedra. Mais alo de Fisterre, es un libro duro. Que define el choque del poeta con la urbe capitalista y la función de un país que definido como los romanos del siglo XXI. Al mismo tiempo y en la lengua de Cervantes comienza a escribir «Sombra de Luna», libro que terminaría en el año 2015 en la Huerta de San Vicente en Granada, residencia de Federico García Lorca. Sombra de Luna es un libro de treinta años. Un libro extenso, humilde y profundo, donde el poeta, palpa el desorden, el caos de un mundo, que necesita ser inventado.

Los maestros de Koki han sido los poetas, por eso en su obra, encontramos ecos de Lorca, de Miguel Hernández, Neruda, Cesar Vallejo, Rosalía de Castro, etc.

Durante estos treinta años el poeta publica otros muchos títulos, tanto en gallego como en castellano. El poeta había sido activista cultural en Galicia, y de manera independiente desde el Colectivo Celso Emilio Ferreiro, lo es en Nueva York, donde anima tertulias u organiza ediciones de libros y lecturas. El poeta salta a la narrativa con Ratas en Manhattan. Libro de cuentos que relata las experiencias de emigrantes en la búsqueda del sueño americano. Editado en Gallego por la editorial gallega Sotelo Blanco, Santiago de Compostela, 2007, y traducido al castellano por la editorial Chiado Madrid 2013. También para niños, escribe un cuento en defensa del gallego, motivado por la emigración en que los padres se olvidan de transmitir la lengua y la cultura a sus hijos: «Un neno na emigración», en Gallego español e inglés. Edición do Cumio Pontevedra 2011. En estos días presentará en Nueva York, la antología de toda su poesía amorosa desde 1980 hasta el 2017. Antología de la cual ya se han publicado cuatro ediciones aunque es la primera en esta editorial Sial Pigmalión Madrid.

Francisco Álvarez ha cosechado algunos premios. Como el Hernán Esquío 2014, en el Ferrol España, menciones honoríficas del círculo de escritores y poetas iberoamericanos de Nueva York. El libro Sombra de Luna, obtuvo el premio Escriduende al mejor libro de poesía social de la feria del libro de Madrid 2016. Francisco Álvarez Koki fue representante de la Unesco de Galicia en las Naciones Unidas durante algunos años. También fue corresponsal del diario A Peneira en gallego.


Texto © Emmanuel Navarrete Díaz
Fotografía ©  Oleg Onchky


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