Homenaje a Luis Miguel Madrid

EN VOZ ALTA LA SOMBRA

Luis Miguel Madrid

Querido Luis Miguel:

La gente que nunca se olvidará de ti quiere rendirte homenaje en este número de tu Babab. Yo soy parte de ese grupo aunque no sé si podría considerarme tu amigo. Nos vimos solo un par de veces, pero para mí fueron experiencias profundas, definitivas. Nos conocimos en Colombia, no recuerdo en qué año, y luego nos reencontramos una vez en España, tampoco importa cuándo. Leímos juntos en Valledupar, la tierra caliente del vallenato, y la pasamos de maravillas. Tuviste luego la gentileza de asistir a una lectura que di en Toledo, y después me trajiste de regreso a Madrid en tu auto. Esa noche conocí a tu compañera, Eva, y también tu reino de cava y poesía, María Pandora. El problema que afronto es que no escribo poemas de circunstancia, y menos sobre ese virus maldito que te cegó la vida y que todavía nos amenaza a todos. Tú sabes, todos los poemas son de circunstancia, pero detesto los gestos oportunistas y no ir más allá de la experiencia. En fin, acepta estos cuartetos en minúsculas que he escrito en estos días de cuarentena, no para ti sino contigo. Son los primeros de un libro que acabo de terminar titulado “en voz alta la sombra” y que tengo la ilusión de que te gustaría.

Abrazos y abrazos, Víctor

1

en la noche que baten los murciélagos
echas de ver la invisibilidad
eres una cepa de disonancia
que crece en un costado del vacío

te expresas con la sombra
esa tinta corrida
por la lluvia que cae de las manos
tu alma es como papel de arroz

absorbe el sinsentido
la radical ausencia del estar
deja ya de gritar de poner orden
tu voz es solo un eco

2

con una excavadora anaranjada
han abierto una tumba en el cascajo
cuentan chistes azules los obreros
en lengua que los muertos ya no entienden

insepulto y a pleno sol subrayo
lo que nunca leerán en ambos mundos
antes evitaba los cementerios
pero ahora no me pierdo una tumba

no soy de los que dejan piedrecitas
tiques del metro plumas flores artificiales
solo voy y le digo a apollinaire
algo que aquí no voy a repetir

3

cuando nada te debe sorprender
la noche se cuartea como un huevo
el día saca el pico
se deshace de todas las membranas

si niegas la belleza de la muerte
te quedarás sin ganas de vivir
hasta la luz se tensa
y se convierte en cáscaras de sombra

antes de reventar por su nudo más fuerte
ser la fibra en la manga del abrigo
el pan celeste en buche de gorrión
para nacer es preciso morir


Texto © Víctor Rodríguez Núñez,  2020
Todos los derechos reservados
Fotografía © Eva Contreras