
El día 25 de noviembre de 1897, tiene lugar una de las grandes efemérides de la música española, pues se estrena en el Teatro Apolo de Madrid una de las joyas del género chico español, La Revoltosa1, con música de Ruperto Chapí (1851-1909). El compositor y gran intérprete francés Camille Saint Saëns (1835-1921), que se encuentra en la ciudad, acude al acto en compañía del director musical del Teatro Real, su buen amigo y colaborador Luigi Mancinelli. Ambos aplauden entusiastas desde un palco, la obra alcanza un éxito rotundo desde la primera representación.
La relación de Saint Saëns con los compositores españoles Tomás Bretón, Giménez Caballero, Federico Chueca, Jerónimo Jiménez, el propio Chapí y tantos otros grandes autores de la música española, están debidamente documentada tanto en su correspondencia como en mis investigaciones. Marie Gabrielle Soret, recoge en su libro Camille Saint Saëns. Escritos sobre la música y los músicos2 un extenso artículo de Saint Saëns sobre la Zarzuela. En su comienzo tiene un recuerdo para su estancia en España en el invierno de 1889/1890 que tuvo su epílogo en las islas Canarias:
Cuando a fines del año 1889, fui a Canarias en busca de reposo y del olvido, pasé por España y me detuve en Málaga a descansar. El estado de mi salud era deplorable; salía poco, casi nunca de noche; un joven viajante de comercio me instó vivamente a sacudir mi pereza para ir ver unas zarzuelas. Seguí su consejo y fui sorprendido muy agradablemente. No me figuraba esa vida, esa abundancia melódica, esos ritmos desconocidos que dan a la música gran parte de su carácter. Había entonces una pléyade de compositores eminentes que se entregaban de lleno a la zarzuela, a falta de otra cosa, pues entonces, como ahora, no existía un solo teatro de ópera española. […]
En dicho artículo se explaya nuestro compositor contándonos su asistencia a espectáculos de zarzuela, en sus distintas visitas a localidades españolas como Madrid, Valencia, Málaga y Cádiz. Analiza y comenta diferentes obras entonces de actualidad, entre ellas Los lobos de mar, de Chapi, que le llama la atención entre otras muchas; señalando su preferencia por La Verbena de la Paloma de Bretón de la que hace gran elogio.
Saint Saëns ha consolidado su situación e imagen en España desde 1880, año en el que efectúa su primera tourne como pianista excelso por nuestro país, a instancias de su buen amigo y virtuoso violinista español Pablo Sarasate. A partir de entonces son múltiples las visitas tanto de trabajo como de placer a España; algunas de las cuales terminarán en largas jornadas en las islas Canarias y más concretamente en Las Palmas, como en los inviernos de 1889/90, 1893/94 y 1896/97.
Don Camilo, como lo llamaban en nuestro país, abandona España en esta ocasión a comienzos de mayo de 1897 tras una larga estancia en Las Palmas, de donde sale a finales de abril. Pero vuelve a Madrid en noviembre de ese mismo año, pues su amistad con el influyente conde de Morphy, secretario particular de la reina regente María Cristina y gran prócer de la música y los músicos españoles, ha logrado que en pocos días dirija a la orquesta de la Sociedad de Conciertos tres programas con sus obras, amén de tocar también para la familia Real y de que la Corte le reciba en Palacio.
Su ópera Sansón y Dalila se representa tanto en el Liceo de Barcelona como en el Teatro Real de Madrid, y espera que en este último se estrene en primavera su nueva ópera Enrique VIII, a la vuelta de su previsto viaje a las islas Canarias.
A Saint Saëns le espera pues un diciembre de compromisos reales a los que corresponde con la composición de una Marcha Religiosa3 para órgano, que dedica y toca ante la reina regente Mª Cristina y la corte española en el órgano Cavaille Coll de la basílica de San Francisco el Grande, para posteriormente ir al Palacio Real a tocar el piano ante la soberana y su familia, gran aficionada a la música. Recibe por su contribución una condecoración real: Comendador de la Orden de Isabel la Católica; y será asimismo homenajeado por mediación de Morphy en el Ateneo, en la Sociedad de Conciertos y en la Real Academia de San Fernando de Madrid, que le proponen para miembro y académico honorario.
En medio de esa vorágine honorífica Saint Saëns no olvida a su apreciado colega Chapí y se dispone a asistir en el Teatro Apolo de Madrid, auténtico reducto del género chico y del teatro por horas que él mismo había conocido4, al estreno de su nuevo sainete, fórmula musical utilizada en España para las pequeñas obras de carácter local por la que Saint Saëns había expresado su especial predilección:
Esta zarzuela es mi encanto; me refiero a la verdadera, a la que consiste en un acto con tres cuadros, sin constituir felizmente, intriga en forma; trozo de vida popular, salpicada de seguidillas, tangos, malagueñas y demás. […] A dichas obrillas anímanlas una inagotable abundancia melódica, un movimiento, una vivacidad sorprendente. […]
Asiste al teatro acompañado del director musical del Teatro Real Luigi Mancinelli, gran músico, director de orquesta, buen amigo y soporte de Saint Saëns en sus andanzas musicales madrileñas. La prensa se hace eco al día siguiente del evento señalando su gran éxito.
La Correspondencia de España y El Día del 26 de noviembre, le dedican elogiosos artículos señalando su enorme éxito. En El Globo se acentúa la calidad de texto y música y en La Época y en La Iberia, se enaltece el auténtico ambiente popular madrileño y la calidad de la partitura, mencionando comentarios de Saint Saëns sobre la obra.
[…] No hay géneros grande y chico; no hay más que géneros bueno y malo; y quien dudare que en una zarzuela en un acto caben los alardes artísticos más elevados, la expresión más perfecta de la belleza, cuanto puede pedirse a obras teatrales, acuda a ver La Revoltosa […] del maestro Chapi, estrenado anoche en el Apolo con éxito entusiasta, grande, sincero de veras. […] Si el libro de La Revoltosa es un modelo en su género, la partitura no le va en zaga; con ser Chapí quien es, su triunfo de anoche fue uno de los mayores de su vida artística. El Globo (Madrid).
Mucho habría que decir, y todo con elogio, de la música de La Revoltosa. Como profano que soy en el divino arte, me atengo a la frase que mi amigo Laserna atribuye a Saint-Saëns:
– “Esta es una ópera cómica que hubiera firmado Bizet”. (Zeda).
La Época (Madrid).
Teatro Apolo. La Revoltosa, zarzuela estrenada anoche en Apolo, es la obra de la temporada, es una producción bellísima y obtuvo un éxito colosal. […] A las diez de la noche el teatro ofrecía un aspecto imponente, por la aglomeración de público. Empuñó la batuta el maestro Estellés, y a medida que la orquesta iba avanzando en el preludio, se hacía cada vez más grande la atención en el auditorio. […] La ovación fue ruidosísima, y el preludio se repitió. […]
Cuentan que Saint-Saëns, que presenciaba la representación desde un palco, dijo que Bizet no se desdeñaría de poner su firma en la partitura que ha escrito Chapí. Seguramente que al lado del hermoso dúo de Carmen, no desmerecerá en nada el gran dúo de Mari-Pepa y Felipe en La Revoltosa. […] Partitura llena de inspiración, de frescura y de originalidad, que quizás, quizás, nos atreveríamos a decir que es la mejor que ha escrito el autor de tantas obras buenas. […] Un éxito de los más grandes.
La Iberia (Madrid).
En El Imparcial, el ya citado José de Laserna confirma la presencia de Saint Saëns en el teatro y el crítico Eduardo Muñoz encuentran similitudes en la partitura con Saint Saëns. El satírico Juan Rana alaba la obra y la sitúa entre lo mejor del género. El Liberal confirma la asistencia de Saint Saëns y Mancinelli al acto.
[…] La música… No me hagan Vds. a mi caso y sigan a Saint-Saëns:-“Esta es una ópera, cómica que hubiera firmado Bizet muy a su gusto”.
Así decía el ilustre compositor de Sansón y Dalila, que asistió anoche a la representación en compañía de Mancinelli, otro antiguo entusiasta de nuestro gran maestro. […] (José de Laserna)
[…] y llegamos al gran dúo de amor. Aquí aparece Chapí en la plenitud de su inspiración soberana. La factura de este número es digna de la musa elegante, distinguida que favorece con sus inspiraciones a Saint Saëns. (Eduardo Muñoz) El Imparcial (Madrid).
¡La Revoltosa! Hay que remontarse á los tiempos do La Verbena de la Paloma y de El dúo de la Africana, para encontrar algo de tan subido mérito musical como esta partitura de Chapí. En cuanto al libro, es una joya sólo comparable con lo más acabado que se ha producido en el género cómico. […] Las figuras de Mari Pepa y Felipe son dos soberbias creaciones, dos personajes llenos de vida, arrancados del natural y vestidos con espléndido ropaje poético. Ellos son el sainete, y ellos con sus desdenes y sus celos y sus reyertas, llenan casi todo el cuadro tercero, redondo, justo, original, el mejor de la obra. […]
Juan Rana. (Madrid)
La música de La Revoltosa no sólo lleva el sello de una inspiración fresca y juvenil, sino que está instrumentada de una manera a todas luces incomparable. El triunfo que anoche obtuvo Chapí es de esos que el maestro no olvidará mientras exista. Saint-Saëns y Mancinelli, que estaban en un palco principal, no cesaron de aplaudir a nuestro gran compositor.
El Liberal (Madrid).
El famoso crítico Enrique Sepúlveda dice en El Nuevo Mundo:
Mancinelli aplaudía la noche del estreno como un claquista dislocado. Saint Saëns elogiaba con verdadero entusiasmo a Chapí, que lograba así una espontánea alianza franco-italiana.5
El no menos conocido crítico Cecilio Roda no pierde la ocasión de comentar para La Época tanto el estreno de Chapí, como las frases atribuidas a Saint Saëns
[…] No sé si es exacta la frase que se ha atribuido a Saint-Saëns sobre la música de La Revoltosa. Tuve anteanoche el gusto de estar al lado del gran maestro francés durante el estreno, y nada le oí decir. Pero aunque lo hubiese dicho, no estoy conforme con él. Bizet es Bizet, y Chapí es Chapí. La ópera Carmen es española para los músicos; no es española para el pueblo. La música de Chapí es española para todo el mundo.
[…] Chapí es así. Derrocha el arte a espuertas: pone en una obra chica más arte, más poesía, más talenlo que otros de por ahí fuera en obras más pretenciosas y con más hinchazón. Es preciso concluir y dejarse en el tintero mucho y mucho bueno que quisiera decir de la música de La Revoltosa. (C. Roda).
La Época (Madrid).
Finalizados sus compromisos profesionales y cortesanos en España – por estos últimos va a recibir críticas tanto de los sectores católicos españoles más recalcitrantes, como de los republicanos franceses – a finales del mes de diciembre de 1897, un atribulado Saint Saëns deseoso de recuperar una existencia más tranquila no duda en desplazarse a su adorada Cádiz, para desde allí tomar rápidamente un barco que le conduzca a Las Palmas, donde va a arribar en torno al día de Navidad de 1897, comenzando su cuarta y reparadora estancia invernal en la ciudad. El 26 de diciembre el coro y la orquesta de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas le da una serenata en su hotel. No va a abandonar la isla hasta finales de mayo de 1898, a pesar de la guerra hispano-americana y de los avisos de invasión por parte de EE. UU. de las islas Canarias.
1La Revoltosa. Sainete en un acto y tres cuadros, original de López Silva y Fernández Shaw, música del maestro Chapí.
2 Camille Saint-Saëns, Écrits sur la musique et les musiciens : 1870-1921, présentés et annotés par Marie-Gabrielle Soret, Vrin, 2012, 1160 p., coll. Musicologie. (ISBN978-2-7116-2448-5)
3 Los manuscritos regalados a la Reina por Saint Saëns son la mencionada Marcha Religiosa, junto con una versión para piano solo de la Serenata Op.15. Ambos originales se encuentran en la biblioteca del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
4 Saint Saëns revela en su correspondencia y en el mencionado artículo, como se hizo habitual de las funciones por horas de los teatros del género. La función del estreno madrileño de La Revoltosa se realiza en la sesión de noche.
5 Ruperto Chapí. Luis G. Iberni , pag 251
Texto © Dionisio Rodríguez.
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Citas facilitadas por Hemeroteca
Fotografía de Saint Saëns © El Museo Canario
Resto fotografías facilitadas por la Biblioteca Nacional