Poesía

Carlos Javier López Castilla. Poemas

Carlos Javier López Castilla

 

Inferno.

 

Según datos de un estudio realizado por el
Centro de Investigaciones Sociológicas en 1998
16 de cada cien españoles cree en el infierno

 

Hay una puerta al sudoeste de Jerusalén
que abre la ciudad al valle, y en Campania,
cerca de Cumas, un cráter que conduce al Averno.
Dieciséis de cada cien españoles queman vivos
a sus hijos en honor a Moloch, surcan el río Estigia,
descienden al duat frente a Osiris, y son, frente a Hela,
despedazados por los lobos,
en el corazón de las tinieblas.

La ventisca rompe sus pieles heladas, cercenados
por heridas incontables, son prendidos al asalto,
conducidos desde sus oficinas, dormitorios y avenidas
al más bajo de los reinos Naraka, para ser quemados
durante 1018 años. Iracundos, lujuriosos y soberbios,
rinden sus cuentan a Satanás por haber vendido la piel
a un trozo oscuro del reino.

Su destino es ser perseguidos,
detenidos en las esquinas sombrías de la madrugada,
registrados con violencia en la oscuridad de sus despachos,
secuestrados en medio de la noche de sus cuartos de baño,
Su destino es ser conducidos más allá de Jerusalén,
camino del sudoeste, donde el valle se abre a una sima desordenada,
y se oyen gritos que el oído no puede escuchar. Es el infierno,
que 16 de cada cien españoles previene en sus edificios,
en sus playas urbanizadas, en sus vieoclubs, sus pistas de baile,
sus campos de golf, su tienda de libros, su bar o su cama.
Es la sonrisa humanada del diablo, que llora lágrimas de arena
sobre el agua,
en espera de recuperar sus alas.

 

Extractos del Informe Comparativo elaborado en el marco del proyecto CONRED I

Podía llamarse Ahmed o Moussa o Abdellah o Bilal
pero su nombre era Abdou.

En la frontera la policía conocía las tres
posibles fuentes motivacionales de su decisión migratoria:
pobreza individual, pobreza familiar o pobreza social.

Aunque suelen ser dejados en las afueras de las fronteras
donde reposan los trazos de la historia
como la semilla de una alucinación,
abandonados a lo largo de la costa
donde el mar bebe las auroras de la tierra
y van a esconderse los ocasos de las ciudades,
o en las rutas transitadas por los camiones
donde tejen su soledad los conductores
y su única realidad es permanecer,
fue detenido en la frontera danesa de un aeropuerto,
dónde la única vía de acceso al país es a través de la demanda de asilo.

Procedió a la petición y fue traslado a un centro provisional
donde tuvo tres sueños:
un centro residencial rodeado de ballenas varadas
un piso tutelado repleto de palmeras de neón
una familia de acogida esculpida en mármol.

En el caso de que la solicitud sea denegada
se procede a su expulsión

 

 

Excavaciones en el complejo funerario de Ha Jing Di.

Aun cuando podamos excavarla, quizá no comprendamos
lo que encontremos. Debemos avanzar despacio en las
excavaciones. Dejemos que la abran nuestros hijos o nietos.”
Duan Quingbo, arqueólogo.

En todas las miniaturas de terracota
que vigilan los sepulcros intocados
bajo la tierra de Xian, desde hace más
de dos mil años, se esconde la vida
de los funcionarios que no partieron
con el Emperador, que escogieron morar
entrañas e inmovilidad, habitar silencios.
Al contacto con la luz pierden el color
de sus rostros mientras los arqueólogos
inhalan confundidos pedazos de sus almas.
Pero en Alemania preparan suaves pátinas
de laca húmeda para contener intactos
los espíritus del soldado, el perro
y la bailarina, para disuadir al espíritu
de emprender un nuevo viaje y permanecer
entre nosotros,
los vivos,
que partimos incesantemente.


Poemas © 2011 Carlos Javier López Castilla
Todos los derechos reservados.


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