por Alberto Rodríguez
La primera vez que fui a Berlín, conocí a una persona que me propuso visitar una casa ocupa. No había visto ninguna jamás, pero la idea que tenia de ellas era la de un sitio lleno de mierda y de gentuza por todas partes. Acepte la proposición debido a los constantes halagos que esta persona hacia sobre Tacheles.
La casa se encuentra en Oranienburger St, en la zona este de Berlín. Esta en una zona rehabilitada de Berlín donde ahora vive gente adinerada y se encuentra cerca de las calles mas turísticas de la ciudad.
Llegamos de noche y el primer impacto fue tremendo. Música por todas partes, ni una pared sin pintadas, lleno de gente…Una vez dentro empezamos a subir por las escaleras y nos fuimos encontrando con todo tipo de pegatinas, pintadas, plantillas, etc…En las diferentes plantas del edificio había salas grandes donde artistas exponían o trabajaban en sus obras de todo tipo, hasta en la azotea, donde en la terraza del edificio había una especie de bar en el que proyectaban videoartes en la fachada del edificio de enfrente. No salía de mi asombro. La primera vez que conocí Tacheles fue una de las sorpresas más grandes que me he llevado.
Martin Reiter, presidente de la agrupación de Tacheles, recibió una carta en la que se le comunicaba que el contrato de alquiler del edificio vence en Diciembre de 2008. Después de muchas negociaciones con los propietarios no se llega a ningún acuerdo por lo que se ha fijado a fecha a la “muerte” de Tacheles, Diciembre de 2008.
Mi visita en Enero de 2008 me dejó estas imágenes, en las que se muestra un Tacheles casi vacío y decrépito, agotando sus últimos meses en pie. Poco queda ya, los artistas se están marchando y apenas te cruzas con alguien por sus pasillos. Ya solo es una sombra de lo que ha sido durante 18 años, una cuna de todo tipo de manifestaciones artísticas.
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